Saludos lectores. ¿Qué
tal? ¡Vaya Semana Santa! Lo que no ha llovido en todo el invierno cayó en las
vacaciones. Más de uno seguro que tuvo que cambiar sus planes en el último
momento. A parte de eso deseo que: lo hayan pasado bien, con un poco de descanso,
un poco de diversión, hayan roto la rutina… Y ahora vuelta al ritmo de siempre,
por lo menos en mi caso. A veces es agotador, pero dada la situación actual hay
que estar agradecidos y valorar lo que se tiene, aunque parezca poco.
Sin más preámbulos pasemos a la acción, esta
vez le toca el turno a Kure-nai un
anime corto de apenas 12 episodios, pero que nos muestra una historia
entretenida. No sigas leyendo si no quieres que te arruine el argumento.
La historia original está sacada de unas
novelas ligeras que posteriormente se convirtieron en manga y después en anime
con una secuela de un par de OVAS, los cuales no he tenido la oportunidad de
ver.
Shinkurou Kure-nai es el protagonista y quien
le da el título a la serie. Se trata de un estudiante de 16 años que trabaja a
tiempo parcial como “mediador”, es decir alguien que se puede contratar para
que medie en un conflicto, normalmente para resolver problemas con la mafia. Su
jefa es una mujer muy atractiva y poderosa llamada Benika Juzawa que hace
tiempo trabajó para una importante familia, los Kuhoin.
¿Qué tiene de particular los Kuhoin? Pues
aparte de ser muy ricos tienen una extraña tradición que consiste en que el
linaje no debe romperse, por lo que se casan entre ellos, provocando incestos,
por ejemplo. Las mujeres son tratadas como objetos y recluidas en la mansión,
en una parte llamada “santuario”, dónde viven ajenas al mundo exterior,
obligadas a dar a luz a la siguiente generación. Sobra decir que el cabeza de
familia sólo puede ser hombre y que para aparentar normalidad se casan con una
mujer del exterior en un matrimonio por conveniencia, con la que no tienen
hijos. Pero, cuando las mujeres Kuhoin del “santuario” dan a luz, los bebés son
reconocidos socialmente como hijos de la esposa oficial y del cabeza de
familia. Pero sólo los varones, ya que las mujeres se quedan recluidas en el "santuario" como lo hicieron sus madres.
Pues bien, el actual jefe de familia, Renjou
Kuhoin, aunque está casado con una mujer del exterior, a quien realmente ama es
a Soujo, que es la madre de su hija pequeña, Murasaki. Soujo tiene que sufrir
la ira y el maltrato de la esposa de Renjou y se atormenta al pensar que su
hija correrá la misma suerte que ella, por lo que habla con Benika y le pide
que se la lleve del lugar. Ella acepta la petición y, después de que Soujo se
suicide, saca a la pequeña Murasaki de la casa de los Kuhoin.
Ahora alguien se tiene que hacer cargo de
la niña de siete años y ¿Quién mejor que Shinkurou? Obviamente hay gente que se
opone a esta decisión y se trata de Yayoi Inuzuka, otra subordinada de Benika,
la cual no cree capaz de que Shinkurou pueda con este trabajo, por lo que se
pasa día y noche vigilando delante de los apartamentos en dónde vive el chico.
Shinkurou con Murasaki ¿no parecen una pareja adorable? |
De esta manera comienza la historia del
estudiante de 16 años y la niñita de 7 viviendo juntos, compartiendo muchas
experiencias y aprendiendo el uno del otro. Al principio la relación entre
ambos no es muy buena ya que Murasaki no está acostumbrada a una vida normal y
Shinkurou tampoco es que sea muy experto en lidiar con niños pequeños, pero
poco a poco surge un gran cariño entre ambos y llegan a entenderse muy bien.
Ambos parecen tener una relación de
hermanos, pero si miramos un poco más allá, nos damos cuenta de que muchas
veces Murasaki se comporta como una mujer adulta que parece que está atrapada
en un cuerpo de niña (y no me refiero a que hagan nada aunque vivan juntos ¬_¬,
por si hay alguien que piensa mal), lo que puede presagiarse como el hecho de
que en unos 10 años ambos se conviertan en pareja.
En Kure-nai
podemos encontrar una gran galería de personajes femeninos, como por ejemplo
las vecinas de Shinkurou. Tamaki es una estudiante universitaria, algo
pervertidilla y que siempre está en busca del hombre ideal, cosa que a veces no
consigue. Yamie, por su parte, es todo lo contrario, una mujer gótica,
sarcástica y misteriosa que no hace sino inventar historias sobre sí misma.
También están las compañeras de instituto de
Shinkurou, las cuales se llevan mal entre ellas. Tenemos a Ginko Murakami que
es la empollona y adicta a Internet que ayuda a Shinkurou siempre que necesita
información sobre algo y Yuno Hozuki, la dulce e insistente joven que demuestra
de manera abierta su atracción por Shinkurou.
Pero todo este idilio se rompe cuando el
hermano mayor de Murasaki y próximo cabeza de familia, Ryuuji, entra en escena
con el objetivo de recuperar a su hermana perdida. No sólo ataca a Shinkurou con
sus subordinados dándole una brutal paliza sino que obliga a Murasaki a asumir
su papel dentro de la familia Kuhoin como su próxima amante.
La niña vuelve a la mansión, pero algo ha
cambiado en ella, ya que no ve el mundo como lo hacía antes de irse de allí,
ahora piensa y actúa como una mujer libre. Pero está mal ese tipo de
comportamiento dentro de las costumbres Kuhoin y nadie la apoya, por lo que no
tiene más remedio que someterse a su destino.
Sin embargo, tras un tiempo de reflexión y
animado por sus vecinas, Shinkurou pide ayuda a Benika y a Yayoi para rescatar
a Murasaki. Los dos últimos capítulos son realmente emocionantes, ya que se
desarrollan dentro de los terrenos de los Kuhoin con multitud de luchas para
poder llegar a lo más profundo del “santuario” en dónde Murasaki está
confinada.
Como todos esperamos, Shinkurou llega hasta
donde se encuentra Murasaki, pero ¡ella toma la decisión de quedarse!
Impensable para una niña con sólo 7 años, pero nuevamente demuestra su madurez
afrontando el problema y no huyendo. En esta ocasión su padre cambia de actitud
hacia la problemática de la familia Kuhoin y afronta la enorme presión que le
imponen al ser el cabeza de familia, recordando sobre todo a Soujo, que murió
presa de su cruel destino sin que el hiciera nada para evitarlo. Y así termina Kure-nai.
Pienso que la serie es una especie de
crítica a la exclusión social que se le hace a la mujer en Japón, sobre todo en
las costumbres más antiguas. También se hace mucho hincapié en la libertad de
la mujer y el derecho a elegir por sí misma lo que desea hacer en cuanto a
elegir marido y casarse. Admiro la decisión que tomó Murasaki, la correcta, la que sólo la heroína puede tomar.
La animación está bastante bien y la música
es pegadiza. Se las recomiendo, como recomiendo todas las series que veo y de
las que hago un resumen. Sin mucho más que añadir, les deseo lo mejor y hasta
la próxima.
Preciosa esta serie, la empecé a ver pero por varias circunstancias la dejé a medias. Gracias a tí me he animado a verla de nuevo^^
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, eres la primera que se atreve a comentar algo en mi blog :D. Me alegro de haberte animado a ver de nuevo Kure-nai y espero que algún otro anime de los que comente te pique la curiosidad. Un saludo.
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