¡Muy buenos días a todos! Un año ya desde
que hice mi primera entrada en mi blog. Como cambian las cosas en un año, a
muchos les parecerá que ha pasado bastante tiempo, a otras personas se les pasa
volando. Lo cierto es que si nos paramos a pensar en los acontecimientos que
hemos vivido durante el período de un año nos daremos cuenta de que son más de
los esperados. Algunos son buenos, otros no tan buenos, pero supongo que con
mirada positiva hasta lo más malo puede tener su lado bueno.
Precisamente hoy voy a hacer una reseña de
una película, Orgullo & Prejuicio, que
habla de alguna manera de cómo afecta a las personas los diferentes acontecimientos
de la vida y, según la actitud de cada cual se pueden tomar de una manera o de
otra. Lo que digo siempre, si no has visto la peli, no sigas leyendo.
La película que nos ocupa en realidad está
basada en el libro original escrito por la famosísima inglesa Jane Austen (1775-1817).
No he tenido la oportunidad de leer la obra original, a pesar de tenerla a mi
alcance, sólo he visto la película hecha en 2005 por el director Joe Wright con
Keira Knightley como protagonista principal, por lo tanto mi reseña es de la
película, pero no descarto leer algún día el libro y hacer una comparación
entre ambos. Porque la historia me gusta mucho.
De izquierda a derecha temenos a las hermanas Bennet: Lydia, Kitty, Elizabeth, Jane y Mary. |
La protagonista es sin duda Elizabeth
Bennet, la segunda de cinco hermanas de una familia alocada y casi sin modales.
Al no haber un hijo varón las muchachas se enfrentan al terrible destino de
verse desamparadas cuando su padre muera ya que la casa y demás propiedades las
heredará un primo lejano, el Sr. Collins. Por eso, su madre se esmera de manera
poco afortunada en buscar un marido rico para ellas, empezando por la mayor,
Jane.
Llegan noticas de que en una villa cercana
se va a instalar un caballero bastante rico, el Sr. Bingley, por lo que la gente
del campo organiza un baile para darle la bienvenida. Allí se presenta el Sr.
Bingley con su altiva hermana y su íntimo amigo el Sr. Darcy, que además es el
doble de rico que él.
Como buena celestina la Sra. Bennet le
presenta al Sr. Bingley a sus cinco hijas y el afable caballero se fija en la
mayor, Jane. Comienzan a bailar y ante los ojos de los presentes se pone de
manifiesto su interés por la joven. Elizabeth, por cortesía, invita a bailar al
Sr. Darcy, pero él le responde bruscamente y la rechaza. Elizabeth se da cuenta
entonces de la terrible arrogancia que lo caracteriza ya que descubre, por
casualidad de que el Sr. Darcy no la encuentra lo suficientemente atractiva como
para perder el tiempo con ella.
Después del baile de bienvenida Jane recibe
una invitación a la casa del Sr. Bingley, pero la chica cae enferma con lo que
se tiene que quedar en casa de su pretendiente hasta que mejore. Por supuesto,
todo este plan es urdido por la Sra. Bennet.
Elisabeth, preocupada por su hermana, va a
casa del Sr. Bingley en donde comprueba que Jane no solo está mejor, sino que
ha sido colmada de atenciones por parte del joven señor. La invitan a quedarse
un poco más hasta que su hermana se recupere totalmente, lo que le da la
oportunidad de relacionarse un poco más con la pedante hermana del Sr. Bingley
y con el Sr. Darcy. Oportunidad en la que puede comprobar, una vez más, su
altanería y orgullo. Pero nuestra protagonista no es tonta y le contesta de
forma inteligente y descarada al Sr. Darcy.
Recuperada Jane, ambas hermanas vuelven a
casa y es entonces cuando se presenta el Sr. Wickham, miembro del ejército, por
el que Elizabeth siente cierto interés. Curiosamente el oficial le habla de su
relación con el Sr. Darcy y del desprecio que sufrió al privarle de la herencia
que le correspondía. Por tercera vez, Elizabeth vuelve a descubrir el orgullo
que posee el Sr. Darcy.
También llega hasta la casa de los Bennet el
futuro heredero de las propiedades de la familia, el Sr. Collins, que es un clérigo
y un auténtico bufón, por sus exagerados cumplidos y sus aires de grandeza,
cuando apenas levanta un metro del suelo. Se fija en Jane, para tomarla como
esposa, pero la Sra. Bennet lo disuade, explicándole que la joven ya tiene un
pretendiente, pero que su segunda hija, Elisabeth, es igualmente hermosa e
inteligente.
En medio de todo lo ocurrido el Sr. Bingley
celebra una fiesta en su mansión a la que por supuesto asiste la familia Bennet
al completo, Charlotte, la mejor amiga de Elisabeth, el Sr. Collins, el Sr.
Darcy y otros muchos invitados. Allí, la imprudente madre grita a los cuatro
vientos que Jane se va a casar con el Sr. Bingley en cualquier momento,
mientras que las hermanas menores, con su comportamiento alocado son el hazmerreír
del resto de los invitados. Pero a Elizabeth le importa poco eso ya que ella
solo busca al Sr. Wickham que, desafortunadamente, no acude al baile.
Sin embargo, se sorprende al ser abordada
por el Sr. Darcy y pedirle éste que le concediera un baile a lo que ella acepta
sin apenas pensar en su respuesta. Durante el baile, en el que también
participa el Sr. Collins, Elisabeth le reprocha al Sr. Darcy su comportamiento
con el Sr. Wickham a la vez que tiene que aguantar las pesadas demostraciones
de afecto de su primo.
El Sr. Darcy y Elizabeth durante el baile. |
Tras la fiesta, ya en casa de la familia
Bennet, el Sr. Collins pide la mano de Elisabeth, de rodillas y todo, pero la
muchacha lo rechaza enérgicamente. Su madre la reprende, sin embargo, su padre
(que es el único que parece tener un poco de sentido común) apoya a su hija en
su decisión. Es entonces cuando su mejor amiga, Charlotte, le comunica que ella
va a ser la esposa de su primo, justificando su decisión por la edad avanzada
para casarse (27 años) y las pocas expectativas que le quedan para ello.
Ante esta noticia que deja a Elisabeth
desorientada se une la tristeza de Jane al recibir una carta de la hermana del
Sr. Bingley que le comunica que vuelven a Londres. La señora Bennet se enfurece
y la joven es expuesta a la humillación de haber sido abandona por su
pretendiente. Por lo que es invitada por sus tíos a hacer un viaje con ellos,
mientras que Elisabeth se va con su amiga Charlotte a pasar una temporada
con ella en su nueva casa.
Elisabeth acepta, pero, para su desgracia,
la vecina de su primo, Lady Catherine (una vieja bruja), los invita con
frecuencia en donde coincide nuevamente con el Sr. Darcy, ya que es sobrino de la
dama. Por casualidad, se entera de que el Sr. Darcy fue el que persuadió
al Sr. Bingley de volver de nuevo a Londres para salvarlo así de una boda poco
apropiada con una muchacha de una familia con pocos modales.
Al darse cuenta de que se trata de su
hermana corre bajo la lluvia llorando, pero el Sr. Darcy la encuentra y le pide
matrimonio sorprendentemente, a pesar de saber que su familia es de baja
condición social y con pocos modales. Ella lo rechaza y le echa en cara el que
haya separado a su hermana del Sr. Bingley, exponiéndola a la vergüenza, su
nefasto comportamiento con el Sr. Wickham y sus insultos hacia su familia.
Al día siguiente el Sr. Darcy le entrega una
carta en la que le explica de manera sincera todas sus acciones, con lo que la
determinación de la joven se ve quebrada por su cabezonería. A partir de
entonces empieza a ver al Sr. Darcy con otros ojos. Pero ya es demasiado tarde.
Al volver a casa intenta contarle a Jane lo
ocurrido, pero se da cuenta de que su hermana aún siente algo por el Sr.
Bingley y evita la conversación para no hacerle más daño. Sus tíos la invitan a
hacer un viaje con ellos, por lo que acepta y, para su sorpresa, acaban
visitando la espectacular mansión del Sr. Darcy que está abierta al público que
quiera admirar las hermosas esculturas que se encuentran en ella.
Accidentalmente, Elisabeth se pierde y llega
a las estancias privadas en las que se topa por casualidad con el Sr. Darcy,
que la saluda cálidamente y ella no puede reprimir su vergüenza al darse cuenta
de que ella también se comporta de forma más cercana. A pesar de intentar
evitar el contacto entre ambos, el Sr. Darcy la invita a ella y a sus tíos a su
casa, en donde les presenta a su hermana pequeña, Georgiana.
La nube de buen ambiente se disipa al
conocerse que la hermana más pequeña de Elisabeth, Lydia, se escapa con el Sr.
Wickham, lo que provoca una gran deshonra en toda la familia ya que no están
casados y si, además tienen un hijo, sería aún mayor la vergüenza. Al poco
tiempo de regresar a su casa, llegan noticias de que Lydia y el Sr. Wickham ya
se han casado y les hacen una visita que se hace incómoda para toda la familia.
Lydia no para de parlotear alocadamente, lo
que da lugar a que Elisabeth descubra que el Sr. Wickham accedió a casarse con
ella porque el Sr. Darcy pagó los gastos de la boda y además se comprometió en
pasarle periódicamente una cantidad de dinero considerable. Elisabeth no puede
creer lo que oye, pero lo mantiene en secreto porque así se lo pide Lydia. Se
da cuenta de que el Sr. Darcy no era tan arrogante como ella pensaba y podía llegar
a ser hasta cortés. Su opinión sobre él cambia totalmente.
Poco después se presenta en su casa el Sr.
Bingley con el Sr. Darcy y, ante la sorpresa de todos, pide la mano de Jane. La
felicidad se instala de nuevo en la casa, menos para Elisabeth que comprueba
como el Sr. Darcy se marcha sin más. Sin embargo, una visita a media noche
sobresalta a todo el mundo. Lady Catherine llega a la casa de los Bennet y
viene a pedirle explicaciones a Elisabeth: al parecer su sobrino, el Sr. Darcy,
quiere casarse con ella, cosa que quiere que le niegue ella misma.
La joven consternada no puede más que desmentir el rumor y extrañarse ya que ella no tiene conocimiento de que el Sr. Darcy le
propusiera matrimonio formalmente. No puede dormir así que se va a dar un paseo
por los alrededores de su casa, cuando de pronto, saliendo de entre la bruma
aparece el Sr. Darcy. En su encuentro él le pide nuevamente que se casen y ella
acepta.
Escena final con Elizabeth y el Sr. Darcy. |
Como habrán podido comprobar me gusta muchísmo la
película y hacer un resumen más pequeño significaría obviar muchos puntos clave
de la historia. A pesar de ser una película romántica, y a veces hasta cursi,
tiene un desarrollo y evolución de los personajes que me gustó bastante. La
ambientación está muy cuidada y la música es bastante apropiada, no puedo sino
recomendárselas.
Sin más que añadir, disfruten y sean
felices. Hasta la próxima.
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