¿Recuerdan los primeros animes que vieron? A
muchos les entrará la nostalgia, porque seguro que hace años de eso y puede que
no hayan vuelto a ver esa serie y, de pronto, un día, por casualidad, se topan
con el anime en cuestión y rememoran todos esos buenos momentos que pasaron
viéndola ¿Verdad que saben de lo que les estoy hablando? Ciertamente me pasó
hace poco, por lo que hoy hago esta entrada. La primera serie de anime que vi
de manera continuada y varias veces seguidas (pues la reponían una y otra vez
sin descanso) fue Marmalade Boy, que
se conoce en España como La familia crece
¡Qué recuerdos! La ponían por La 2, canal que en el lugar en el que yo vivía
unos días se veía genial, otros no tan bien y muchos otros días me perdí los
capítulos porque no había señal ^_^. Cosas de los 90. Tenía 12 años y no podía
perderme las idas y venidas de los protagonistas y su líos amorosos. Todo un
mundo complejo de sentimientos que una niña entrada en la pubertad aún
desconocía ¡Cómo disfrutaba! Y lo gracioso de todo ello es que de pronto, un
día, hablando con una de mis amigas descubrimos que las dos veíamos la serie
¡Fue genial! Porque a partir de ahí nos aficionamos al anime y siempre
compartíamos nuestras ideas sobre las series que veíamos.
Marmalade
Boy es todo un clásico del shoujo,
una de esas series imprescindibles y, para los que como yo ya tenemos unos
añitos, nos hace sentir nostalgia. El anime no es corto, ya que cuenta con 76
episodios y un especial que se considera como el capítulo 0, pero todos y cada
uno de sus capítulos son hermosísimos, con todos los ingredientes propios de
una serie de los 90: sin teléfonos móviles, sin apenas ordenadores, con esa
inocencia todavía conservada hasta los 16 años…¬_¬ pero ¿qué estoy diciendo? En
fin, vamos con el argumento. Como siempre advierto, si no has visto la serie
(¡vela ya!) mejor no sigas leyendo.
Miki Koishikawa, estudiante de 16 años,
recibe un buen día una extraña noticia: sus padres, Rumi y Jin, se van a
divorciar. Bueno, hasta ahí todo dentro de la normalidad, pero lo peculiar es
que ambos progenitores van a volver a casarse. Los elegidos son otro matrimonio,
Chiyako y Youji, con los que han decidido cambiar parejas, los cuatro pretenden
vivir todos juntos, con sus propios hijos, ya que el otro matrimonio tiene un
hijo de la misma edad que Miki ¡Guau! Un poco fuerte de asimilar ¿no creéis?
Incluso veinte años después de que se publicara la obra original en manga es
una situación familiar bastante atípica, imagínense cuánto más estrafalaria era
a principios de los 90. Miki no acepta esta situación, por lo que se opone
enérgicamente. Es más, está convencida de que el hijo de la otra pareja, Yuu
Matsuura, estará de acuerdo con ella y la apoyará. Pero Yuu, a pesar de ser tan
guapo y gustarle a primera vista, es bastante más tolerante, por lo que acepta
la nueva situación familiar de buen grado. Así los seis comienzan a vivir
juntos en una gran casa unifamiliar, lo que le da a Miki más de un quebradero
de cabeza pues, por una parte, debe de sofocar los rumores y no levantar
sospechas de que sus padres han hecho intercambio de parejas con los padres de
Yuu (que ahora además va a su mismo instituto) y de que vive con él en la misma
casa. Por otra parte está su no aceptación de la situación por lo que intenta
aislarse y no relacionarse con los demás. Yuu se percata e intenta mejorar con
mucha mano izquierda la tensión cuando la hay.
A lo largo de la serie vamos conociendo a
otros personajes que hacen que la trama se enriquezca. Una de esos personajes
es Meiko Akizuki, la mejor amiga de Miki y su gran confidente. Meiko tiene un
carácter tranquilo y sereno, a la vez que dulce. Miki y ella intercambian un
diario en el que escriben su día a día y sus sentimientos, sobre todo los
relacionados con el amor. Sin embargo, normalmente es Miki quien le cuenta a
Meiko sus idas y venidas y ella le acaba aconsejando. Pero Meiko también tiene
sus propias preocupaciones, no solo familiares, pues aunque provenga de una
familia adinerada, la relación con sus padres es horrible; sino sentimentales,
ya que tiene una relación secreta con una de los profesores de la escuela,
Shinichi Namura. Hago una pequeña aclaración para el que no lo sepa: en Japón
está terminantemente prohibido que un profesor y un alumno mantengan una
relación más allá de lo escolar. Si los descubren ambos son expulsados del
instituto y rechazados socialmente.
Como en todo buen shoujo no puede faltar el triángulo amoroso, tenemos a Miki, a Yuu
y a Ginta Suou. Este muchacho es el mejor amigo (masculino) de Miki. Un par de
años antes del comienzo de la serie Miki y él estaban muy unidos porque
pertenecían al mismo club de tenis. Miki le escribió una carta en la que le
decía que le gustaba y que quería ser su novia, sin embargo, cuando Ginta
descubrió la carta la leyó con sus amigos, los cuales se rieron de los
sentimientos de Miki, con tan mala suerte que ella oyó sus bromas y se ofendió
muchísimo. Ginta intentó disculparse, pero el daño ya estaba hecho, pasó un
tiempo sin que se hablaran hasta que poco antes del comienzo de la serie
retomaron su relación como amigos. Pero ante la llegada de Yuu todo se
complica, ya que Ginta siente que está perdiendo a Miki, lo que hace que se
lance por ella y le exponga claramente sus sentimientos, sentimientos que tenía
desde que ella se le declaró por carta y que no tuvo el suficiente valor de
admitir.
Entonces entra en escena Arimi Suzuki, la
cual crea otro triángulo amoroso entre ella, Miki y Yuu. Pero, para sorpresa de
muchos (quizás), también crea otro triángulo amoroso entre ella, Miki y Ginta y
también otro tercero entre ella, Ginta y Sutomu Rokutanda, primo de Ginta y
compañero de Arimi del instituto ¡Vaya lío! ¿Verdad? Para esclarecer los hechos
explicaré lo que sucede. Arimi y Yuu fueron compañeros de clase y ella le pidió
a Yuu que salieran juntos, a pesar de las reticencias de éste, al final aceptó,
con la condición de que salieran durante 3 meses como prueba. Aunque lo pasaron
maravillosamente, al terminar esos 3 meses Yuu decidió romper con Arimi y ahora
ella reaparece para conquistarlo. La situación no pinta muy a su favor, ya que
se encuentra con Miki por el medio, a la cual considera una rival. Pero pronto
idea un plan: conoce a Ginta en un partido de tenis en el cual se enfrentaba su
instituto con el instituto de Miki y Yuu, y es allí cuando descubre que Ginta
está enamorado de Miki, pero ella está dudosa entre él y Yuu. Aprovechándose de
esa situación muestra interés por Ginta, dando a entender a Miki, Yuu, Meiko y
Rokutanda que ahora el que le gusta es él. Sin embargo, más adelante,
descubrimos que todo es una farsa en la que participa también Ginta para poner
celosa a Miki y que se decida por él y, por otra parte, para despejarle el
camino a Arimi hacia Yuu y, si es posible, ponerlo celoso también. Pero las
mentiras tienen las patas cortas y, al final, se descubre todo el engaño. El
resultado: Miki no se decide por Ginta y Yuu no muestra el más mínimo interés
por su exnovia.
Tras la aparición de Arimi vuelve a tomar
relevancia el romance de Meiko y Namura, los cuales acaban siendo descubiertos,
ello da lugar a que Meiko sea expulsada unos días del colegio y Namura se ve
obligado a renunciar a su trabajo. Miki se queda muy sorprendida ante lo
sucedido y le duele que su amiga no le haya contado su gran secreto. Meiko le
contesta de manera cortante, algo así como que “la amistad no se basa en ser el
primero en contarse los chismes”, frase que le duele mucho a Miki. Durante unos
días la relación de ambas amigas sufre un pequeño paréntesis, periodo en el
cual Meiko toma la decisión de huir de casa, dejar los estudios y marcharse con
Namura. Pero éste la rechaza enérgicamente, esgrimiendo argumentos muy sólidos:
él no puede mantenerla ahora que no tiene trabajo y ella es muy joven y debe
acabar los estudios. Dolorosa separación, sobre todo para Meiko que, al final,
se ve apoyada por Miki, gracias a la intervención de Yuu, con lo que ambas vuelven
a retomar su relación de amistad.
La historia toma entonces su cauce habitual
en el que entra en escena un nuevo personaje, como no, dejándonos otros
posibles triángulos amorosos. Se trata de Satoshi Miwa, estudiante de tercer
año, presidente del consejo estudiantil y un guaperas. Parece muy interesado
por Meiko y, ahora que Namura está fuera de juego, es su gran oportunidad.
Aunque también siente interés por Yuu, eso quiere decir que… ¿hay un triángulo
amoroso entre Miki, Yuu y Miwa? O_O ¡Qué barbaridad! Pues eso es lo que cree
durante varios episodios Miki, todo ello fruto de la confusión, a veces creada
por el propio Miwa y por la falta de comunicación entre Yuu y ella. Pero nada
más lejos de la realidad, porque hay una explicación bastante lógica, aunque
muy propia de una manga shoujo. El
motivo de que Yuu y Miwa hayan estrechado su relación se debe a que, cuando Yuu
tenía 10 años, descubrió por casualidad de que Youji Matsuura no era su
verdadero padre. Esto lo llevó a un estado depresivo e insociable que al final
logró superar. Sin embargo, comenzó a investigar la identidad de su padre,
hasta que dio con Yoshimitsu Miwa, un famoso arquitecto para el cual su madre
había trabajado antes de casarse con Youji y este señor, obviamente, es el
padre de Satoshi Miwa. Cuando Miki se entera de esto, empieza a entender el
comportamiento de Yuu y a querer ayudarlo, como ella solo sabe hacer: con su
carácter despistado e infantil. A partir de entonces se disipan las dudas sobre
la supuesta homosexualidad de Miwa y Yuu, ya que el primero deja bastante claro
su interés por Meiko.
El beso que da comienzo al noviazgo entre Miki y Yuu. |
Ahora que Yuu ha encontrado a su padre de
verdad llega la parte más difícil que es presentarse a Yoshimitsu Miwa como su
hijo ilegítimo. Para ello cuenta con el apoyo de Satoshi y con el de Miki, por
supuesto. Pero la conversación con el famoso arquitecto no sale como los tres
jóvenes esperaban ya que Yoshimitsu explica que, aunque lo intentó, Chiyako lo
rechazó, por lo que nunca llegaron a convertirse en amantes. Por lo tanto, él
no es el verdadero padre de Yuu. Pues vaya chasco ¿no? Sí, para Yuu sí que lo
es ya que por unos instantes su carácter cambia y su fachada se desmorona,
siendo la única testigo de ello Miki, la cual intenta consolarlo. Entonces, con
los sentimientos a flor de piel, Yuu le dice por fin a Miki que la quiere,
porque es sincera y divertida, una chica sencilla. Ante la sorpresa de Miki (que
no sé si es porque al fin se le ha confesado Yuu o por los motivos que la da él
por lo que le gusta), ella admite también que ama a Yuu y entonces se besan.
Estamos ante uno de esos besos emblemáticos e históricos en el mundo del anime:
la pareja, solos en la playa, mientras atardece, con una suave brisa que mece
sus cabellos y con el hilillo musical pegadizo que tiene cada serie ^_^ ¡El
amor ha triunfado! Una nueva etapa comienza en la vida de nuestros personajes.
Yuu y Miki son pareja oficial, aunque lo mantienen en secreto en casa ante sus
padres, por los posibles problemas que podría generar, pero sí hacen partícipes
a sus amigos. Miki se lo cuenta a Ginta, el cual se entristece y pasa lo mismo
con Arimi, que se entera por boca del propio Yuu. Ambos les desean lo mejor a
sus amores perdidos, pero sintiendo un gran vacío en sus corazones.
Esto sucede en el capítulo 26, lo que
podríamos considerar el final de una serie normal, pero como ya dije
anteriormente, el anime continúa, porque hay mucha historia que contar. Así que
la serie pasa a otro arco argumental en el que vemos las idas y venidas en la
relación de Miki y Yuu, la aproximación de Meiko y Miwa y la nueva pareja que
se forma, esta vez de verdad, entre Ginta y Arimi. Todo ello con la aparición de
varios personajes nuevos, con lo que se producen nuevos triángulos amorosos. La
primera es Suzu Sakuma, modelo juvenil, un par de años más joven que Yuu y
Miki, prima de Miwa, caprichosa y entrometida. Sí, no lo voy a negar, Suzu me
cae mal porque personifica a la típica pesada que se mete en medio de una
pareja de novios e incluso la intenta romper para quedarse ella con el chico (¡detestable!).
Muchos me preguntarán ¿y no hay chicos que hacen lo mismo? Desde luego y es que
por otra parte aparece Kei Tsuchiya, un año más joven que Miki y que se enamora
de ella. Aunque usa algunas mentiras y artimañas para dañar la relación entre
Miki y Yuu, al igual que Suzu, no me explico cómo, pero él me cae mucho mejor
que ella.
Todo empieza cuando la madre de Yuu, Chiyako
le propone a su hijo que participe en un anuncio que va a rodar su compañía de
cosméticos con la modelo del momento que es Suzu Sakuma. Al principio Yuu no
quiere participar, pero, por insistencia de su madre y de la propia Miki acaba
aceptando. Cuando Suzu conoce a Yuu queda automáticamente enamorada de él, pero
Yuu no le hace mucho caso, sin embargo, eso no es lo que le parece a Miki, que
poco a poco va poniéndose más celosa. Con la buena cantidad de dinero que va a
ganar, Yuu quiera aprovechar y darse un viaje de fin de semana para visitar
algunos edificios que le interesan por su diseño arquitectónico, pues a Yuu le gusta
mucho esta materia. Miki lo quiere acompañar (¿cómo va a desaprovechar una
oportunidad así para estar con su novio?), por lo que decide buscarse un
trabajo para poder pagar su parte del viaje, así acaba trabajando en una
heladería después de clases. Allí conoce a Kei Tsuchiya de una manera algo
embarazosa, pues mientras está subida sobre una escalera buscando unos helados
entra un chico que, al mirarla desde abajo, se queda con una panorámica
completa de sus braguitas O_O. Cuando Miki se da cuenta de que su intimidad ha
sido descubierta pierde el equilibrio y cae estrepitosamente, pero no al suelo,
sino sobre el muchacho ¡Cuánto te entiendo Miki! ¡Qué patosos nos volvemos a
veces! Cuando después les toca hacer el turno juntos la tensión se masca entre
ambos, y no es para menos ¿Qué conversación podía tener una chica con un chico
en los años 90 tras haberle visto las braguitas de forma accidental? Bueno,
pues gracias al carácter de Miki el hielo se rompe y Kei muestra su cara más
amable, es un chico agradable, aunque esconde algo que lo entristece mucho y
que tiene que ver con la época en la que tocaba el piano.
Yuu y Miki. Arimi y Ginta. Meiko y Miwa. Y detrás los nuevos personajes Kei y Suzu. |
igue ahí erre que erre mostrando su interés por Yuu. Incluso llega a demostrar su afecto por él delante de la propia Miki ¡Pero que tía más plasta ¬_¬, es insufrible! Pero el colmo de los recolmos llega cuando se celebra el festival cultural en el instituto de Miki y Yuu. Como invitados tenemos a Arimi, Suzu y Kei, entre otros. Esta oportunidad no se le escapa a Suzu para pedirle a Yuu que le enseñe el festival y le sugiere (ordena) a Miki que acompañe a Kei. Miki acompaña a Kei y este le pregunta si no está preocupada por su novio, dando justo en el clavo. Por eso me gusta Kei, porque dice sinceramente la verdad. Miki lo niega, pero la verdad es que sí que está preocupada. Bueno, todos se lo pasan bien en el festival y llega el momento en el que la banda de Miwa, con Yuu como vocalista, canta el tema Karebairo no crescendo. Pero el chico del teclado tiene una herida en la mano, por lo que Miki le suplica a Kei que lo sustituya. Él hace tiempo que no toca, pero por Miki accede, por supuesto. Queda de manifiesto en el concierto que Yuu canta fenomenal y que Kei es un auténtico genio al piano. Pero lo “mejor” es que al final sale Suzu al escenario a entregarle a Yuu un ramo de flores y lo besa ¡Lo besa delante de toda la escuela! Incluida Miki, por supuesto ¿Qué hubieran hecho ustedes? ¿Cortar con su novio por permitir que otra chica lo bese? ¿Pelearse con Suzu? ¿Huir a otro país? Yo la verdad es que no sé cómo hubiera reaccionado, pero Miki tomó la decisión de hacer como si no hubiera pasado nada. Y Yuu lo mismo ¿Cómo se puede hacer eso? En fin, no sé, al menos yo hubiera tenido una conversación con mi novio, pero Miki no la tuvo con Yuu, ni Yuu con Miki. Lo que dio lugar a que, aunque aparentaran normalidad se abriera un abismo entre ellos. La relación no es igual que antes, se nota… y todavía irá a peor.
Los chicos: Miwa, Yuu y Ginta. Las chicas: Arimi, Meiko y Miki,. |
La diablilla de Suzu, al ver que su beso no
afectó a Yuu, el cual le da ahora clases particulares, empieza a maquinar un
nuevo plan. Ahora usará el abismo abierto entre la pareja para separarlos más
¿De qué modo? Agrandando la desconfianza y los celos entre ambos ¿Cómo? Pues
haciendo creer a Yuu que Miki siente interés por Kei y haciendo creer a Miki
que Yuu en realidad tiene interés en ella. Para ello deja caer una bomba: le
dice a Yuu que vio a su novia abrazada a Kei la otra noche y que el medallón
que han intercambiado lo tiene ahora él. Lo que Suzu cuenta es totalmente
cierto, de hecho no es ninguna mentira, pero le da ese enfoque tan adecuado
para su beneficio. La realidad es que una noche Miki cayó agotada por el
cansancio en la calle y Kei la ayudó, momento que aprovechó para abrazarla y
¡qué casualidad! Suzu lo vio todo. Y lo del medallón también tiene una
explicación y es que, el día que Kei le vio las braguitas a Miki y esta cayó
sobre él, el medallón se quedó en el suelo, cogiéndolo él y guardándolo y, aunque
ella lo buscó y le preguntó si lo había visto, Kei lo siguió escondiendo. Tras
la revelación de Suzu, Yuu se queda pensativo, aunque le resta importancia a
las palabras de Suzu en su presencia, pero como ya dije antes, hay una
distancia considerable entre la pareja que hace dudar hasta las más férreas
convicciones. Sin embargo, las palabras de Suzu no caen en saco roto, ya que
Yuu es testigo accidental de cómo Kei se le declara a Miki. En lugar de
intervenir, opta por irse., actitud no del todo acertada, ya que Miki lo estaba
esperando para volver juntos a casa después del trabajo y piensa que no quiere
estar con ella. Poco después, Kei le confiesa a Miki su problema con la música
y se sincera con ella, contándole el motivo que le hizo dejar de tocar el
piano.
Entonces llega Halloween y Suzu planea dar
una fiesta en su casa, ocasión que aprovechará para rematar su maléfico plan. Primero
invita a Kei, para que toque el piano durante la celebración. Al principio él
se niega, pero cuando se entera de que Miki también va (aún no está invitada),
él acepta. A Yuu, que iba a darle clases particulares como cualquier otro día,
le invita a quedarse. Él no quiere, pero sale el padre de Suzu, el cual es
arquitecto, y le recomienda que se quede para presentarle a otros arquitectos
famosos. Ante su persuasión, Yuu acepta. Entonces es cuando Suzu aprovecha e
invita a Miki, diciéndole que Yuu ya está en la fiesta. Algo que incomoda mucho
a Miki, pues su novio no le había dicho nada al respecto. Bien, comienza la
fiesta y Miki ve como Suzu y Yuu están juntos, algo que la entristece, pero
entonces oye una bonita melodía y descubre a Kei al piano. Sorprendida, se
acerca a saludarlo y entablan una animada conversación. Entonces Yuu los ve
juntos y se queda pasmado. Ahora pido un tiempo muerto ¡¿Qué pasa con este
chico?! Él puede flirtear con Suzu e incluso ir a una fiesta sin decirle nada a
su novia ¿pero Miki no puede hablar con otro chico, como es Kei, porque él se
enfada? ¡Vaya un antipático! En este punto admito que no entiendo la actitud de
Yuu y no me parece la adecuada, me pongo en la piel de Miki y me identifico con
ella 100%. No hay equilibrio en la relación de pareja.
Tras la fiesta de marras la relación está ya
más que avocada al fracaso. Entre tanta tensión Yuu decide ir a buscar a Miki a
su trabajo, con tan mala suerte que ella no está y se topa con Kei, el cual le
enseña el medallón perdido de Miki y mete cizaña de mala manera, diciendo que
ella lo tiró porque no lo quería. Yuu se lo cree (¡Ingenuo!) y se dirige
rápidamente a casa en busca de Miki para preguntar por el medallón. Ella le
dice la verdad: que lo ha perdido. Pero él no lo cree y la acusa de ser
demasiado simpática con los chicos (¡Esto es el colmo! ¿Él no ve lo simpático
que es con las chicas?). Por lo que le devuelve el medallón que Miki le había
dado a él y le dice que deben romper. Entonces Miki contraataca (¡Bien hecho!)
y le acusa de que todo este malentendido se ha formado por que a él le gusta
Suzu, por supuesto, algo que Yuu niega. Y la discusión termina con la ruptura
de los novios. Yuu se va de viaje solo, ya que al romper con Miki no tiene
sentido el que vayan juntos. En la ausencia de su exnovio, Miki se enfrenta a
Kei y le pide que le devuelva el medallón perdido. Pero Kei le dice que deje a
Yuu y que salga con él. Miki sale huyendo y en el camino, Ginta, que estaba con
Arimi, la ve y la intenta detener, preocupado por verla ahogada en llanto. Yuu
sigue de viaje solo y quizás algo aburrido, mientras que Ginta anima a Miki y
le dice que vuelva a confiar en Yuu y hagan las paces. Pues bien, la chica
sigue el consejo y corre a la estación a recibir a su amado, pidiéndole
disculpas por lo sucedido y reconociendo su error (demasiado sumisa para mi
gusto, pero en fin, así es el amor). Yuu también se disculpa y vuelve a tomar
el medallón de Miki, como símbolo de reconciliación (¡Qué pena, Suzu, al final
no conseguiste tu objetivo ¬_¬!) En este momento de paz, llega una chica que
llama a Yuu por su nombre y éste la presenta a Miki como Anyu Kitahara, antigua
amiga de la infancia que conoció en el hospital cuando eran pequeños ¡Ya
empezamos otra vez! No salen de un lío para meterse en otro.
Anyu Kitahara. |
Meiko y Namura. |
A Miwa no se le ocurre otra cosa que mandar
la historia de Meiko a un concurso, pues cree que es un relato muy bueno, y
tiene toda la razón, ya que gana. Cuando Meiko se entera no puede ocultar su
sorpresa de lo ocurrido y le pide a Miki y a Yuu que vayan con ella a la fiesta
que organiza la editorial para darle el premio, en donde se encuentran con Miwa.
En el acto leen varias felicitaciones enviadas a Meiko por su éxito, entre las
cuales hay una de Namura. En ese momento Meiko entra en shock y sale de la
fiesta visiblemente afectada, Miki la sigue, preguntándose qué le sucede.
Entonces Meiko se sincera y le dice que aún no ha podido olvidar a Namura; a
pesar de su rechazo, a pesar de saber que ahora él está con la profesora Ryoko;
por lo tanto, decide que va a ir a Hiroshima a reunirse una vez más con él para
hablar de su relación. Así Meiko y Miki inician el viaje juntas, a pesar de la
oposición de Miwa a que lo haga. Pero la sirvienta que cuida de Meiko encuentra
una nota escrita por ella, diciendo que se ha marchado. Al no saber su paradero
recurre a la señorita Ryoko, la cual empieza a indagar y llama directamente a
Miwa, él no responde a sus preguntas. Ante el silencio del chico Ryoko (mujer
lista) da con la verdad por sí misma y decide ir en busca de su alumna para
detenerla, ya que se siente responsable de lo sucedido y además debe ocupar el
lugar de sus padres, los cuales se desentiende de su hija. Miwa intenta
detenerla y acaban los dos viajando juntos en el tren. Mientras tanto Miki y
Meiko llegan a Hiroshima, la primera llama a Namura y le comunica que está allí
con Meiko y que desean verlo, especialmente Meiko, la cual quiere hablar con él
una última vez. Así que la esperada reunión de la expareja sucede en un bonito
parque de Hiroshima. Allí Meiko le propone a Namura que vuelvan a estar juntos nuevamente,
ya que ella podrá dedicarse a escribir y no tendrá que depender de él
económicamente. Él la vuelve a rechazar. Miki y Meiko regresan tristes y
abatidas al hotel, allí se encuentran con dos personas a con las que Meiko no
desea hablar: Ryoko, la actual novia de Namura, y Miwa, el chico que quiere
estar con ella ahora. Ahogada por los acontecimientos, Meiko se encierra en la
habitación del hotel y llora a mares. Tras este episodio tan violento, Namura
se encuentra con Ryoko y con Miwa. En ese momento Ryoko encara a Namura
valientemente y le dice que recapacite y que deje de ocultar sus sentimientos
hacia Meiko y que no mantenga por más tiempo la farsa de que ambos están
saliendo. Namura vuelve a asegurar que no puede estar con Meiko porque quiere
lo mejor para ella, momento en que Miwa no soporta más la farsa de Namura y
comienza a pegarle puñetazos. Entonces Meiko, que aparece repentinamente, se
interpone entre los dos y acaba recibiendo un puñetazo accidental por parte de
Miwa. Tras el susto, Meiko se recupera y vuelva a declararse, entonces Ryoko no
puede más y le cuenta la verdad. Namura intenta negar que esté enamorado de
Meiko, pero acaba sucumbiendo a sus propios sentimientos y se reconcilian ¡Qué
bonito! ¡Qué cursi!
Pero la cosa no acaba ahí, ya en casa, Meiko
va a visitar a Miki y le confiesa que Namura y ella están prometidos y que,
cuando acabe los estudios, se irá con él a Hiroshima. Pronto el resto de
protagonistas se enteran del compromiso de Meiko y Namura, pero aún quedan dos personas
que deben saberlo, y esas dos personas son las que salen mal paradas,
amorosamente hablando; la profesora Ryoko y Satoshi Miwa. Namura llama a la
primera y se lo cuenta, disculpándose por todo lo sucedido y por haberla usado
como escudo sin tener en cuenta sus sentimientos, pues Ryoko sí estaba enamorada
de él. Ella no le guarda rencor por lo sucedido y se propone seguir con su vida
de la mejor manera posible y ejerciendo como excelente profesora, sobre todo con
Meiko. Por otra parte, Meiko llama a solas a Miwa para aclarar la situación.
Ella le agradece su apoyo incondicional en los peores momentos y lamenta
herirlo, pero ella amó siempre a Namura y, a pesar de todos sus esfuerzos, Miwa
no logró conquistarla. Bueno, así es el amor: unas veces se gana y otras se
pierde. En esta historia en concreto, los perdedores han sido Ryoko y Miwa y,
desde mi punto de vista, ambos supieron perder y reponerse, algo admirable. Y
este es el desenlace de la historia entre el profesor Namura y su guapa alumna
Meiko.
¡Un momento! ¡Que no cunda el pánico! Porque
Marmalade Boy no ha terminado
todavía. Ahora respóndame a una pregunta ¿Qué harían ustedes si un buen día,
después de clase o el trabajo, llegan a sus casas y se encuentran que su
familia está rodando muebles porque va a venir a vivir un estudiante de
intercambio a su casa, algo que ignoraban por completo? O_O Así se quedó Miki.
El estudiante viene de Nueva York y encima a ella no se le da nada bien el
inglés, por lo que se apura cuando espera la llegada del nuevo inquilino
completamente sola. Al oír el timbre corre hacia la puerta y se abalanza sobre
Yuu, sin darse cuenta antes de que no es él, sino el americano, Michael Grant.
El muchacho, no es solo rubio y de ojazos azules, como buen americano, sino un
autentico fanático de la cultura japonesa, tanto que habla japonés
perfectamente y le pide a Miki que le enseña la ciudad. Mientras tanto, el
padre de Suzu le vuelve a plantear a Yuu el irse a Nueva York a estudiar
arquitectura. El chico parece ya decidido a irse, tanto es así que se lo confiesa
a Miwa, el cual le recuerda que debe decírselo a Miki. Ella lleva días
intentado hablar con su novio, pues nota que algo le preocupa, sin embargo
Michael no para de aparecer para chafar la oportunidad cada vez que se
presenta. Sin embargo, mientras están juntos a Michael se le escapa que Yuu va
a irse a Estados Unidos como estudiante de intercambio. Miki se derrumba, y no
es para menos, porque su novio ha decidido irse muy lejos a estudiar sin
siquiera decírselo. Yuu trata de explicárselo, pero Miki se ahoga mucho más, ya
que para ella la distancia es un problema para su relación, pero el chico se
excusa en que tiene una oportunidad fabulosa para estudiar arquitectura y no
quiere perderla. Miki está muy dolida y se enfada con Yuu. Y como solo sabe
hacer Miki, se intenta vengar de su novio de la manera más inocente posible.
Llega el momento de que Satoshi Miwa se
gradué, por lo que como acto final habrá un baile y Miwa le pide a Miki que lo
acompañe ya que no levantará sospechas de que está enamorado de ella porque
todo el mundo sabe que es la novia de Yuu. Bueno, no es exactamente una
venganza del todo brillante, ya que Yuu ni se inmuta por la invitación. Meiko
le presta el vestido y los complementos y su madre y Chiyako la ayudan a
maquillarse. Todos quedan maravillados con lo guapa que está Miki, excepto Yuu,
al que no se le ruge una tripa. Mientras están en el baile Miwa intenta animar
a Miki de manera muy sublime, para que cuando Yuu se vaya ella no se sienta
sola. Y entonces ¡Sorpresa! Aparece Yuu y hacen las paces. Ella le dice que
vaya a estudiar a Estados Unidos y, además, deciden hacer aquel viaje los dos
juntos que nunca realizaron. En casa cuentan a sus padres que van a ir a Hakone
todos los amigos, esto son: Miwa, Meiko, Arimi, Ginta, etc, como despedida de
Yuu. Michael quiere acompañarlos, pero Miki se zafa, pues en realidad la
parejita quiera estar a solas. La excursión va estupendamente hasta que aparece
¡Michael! Adiós viaje romántico. Con la habitual torpeza que la caracteriza,
Miki inventa una excusa poco creíble para explicarle a Michael porqué solo
están ellos dos. A pesar de la interrupción la pareja encuentra un momento de
intimidad en la que Yuu le pide a Miki que lo espere, porque él solo la quiere
a ella. Y mientras se besan, Michael los ve de lejos y se da cuenta de que la
relación entre ellos no es de hermanos, sino de pareja. Querido Michael,
cualquiera se hubiera dado cuenta de lo que hay entre esos dos desde el primer
día, eres un poco lento :-P. Pero Michael tiene un plan previsto: pronto Yuu se
irá y él podrá estar a solas con Miki. Ya era hora de que alguien intentara
meterse de por medio entre la pareja, habían pasado varios capítulos sin que
eso no ocurriera ¿verdad? ¬_¬. Y así llega el momento de la dura separación en
la que Yuu se marcha.
Algunos personajes conocidos y otros nuevos, de izquierda a derecha: Yayoi y Rokutanda, Arimi y Ginta, Jenny y detrás Will. Al fondo vemos a Kijima y su esposa, el hermano de ésta, Doris y Brian y Anyu. |
Sí, se va, dejando a Miki triste y sola
mientras él llega a ¡New York! ¡Qué cool! Nuestro amigo japonés se va directo a
la residencia escolar en donde va a vivir mientras estudie en USA. El chico no
hace sino poner un pie dentro del edificio, cuando ya se enamora de él una
chica muy mona, Jenny Golding, una preciosura rubia y de ojazos azules, pero lo
que tiene de guapa lo tiene de “traviesa”. Ella y su amiga, Doris O’Connor le
enseñan amablemente la residencia y le presentan a su nuevo compañero de
cuarto, William Matheson, un apasionado de las estrellas. Jenny y Doris le
advierten que a Will no le interesan las chicas, por lo que Yuu piensa (una vez
más) qué su compañero es gay, lo mismo que le pasó con Miwa al principio.
También conoce a Brian Grant, hermano mayor de Michael, con el que no congenia
mucho. Mientras tanto, Michael intenta animar a Miki para que se olvide de la
ausencia de su novio y le pide que lo acompañe a una librería en la que se
topan con Suzu (¿Es que nunca va a desaparecer la pesada ésta?) y aprovecha
para pedirle a Michael que sea el sustituto de Yuu dándole clases particulares
¬_¬. Ella sabe cómo aprovechar bien el tiempo. Pero la ausencia de su novio es
muy grande, así que Miki llama a Nueva York y habla con Yuu, y así, se dan
ánimos mutuamente para soportar la distancia que los separa. Pero ambos deben
continuar con sus vidas y a Yuu se le complican las cosas. Jenny, resuelta y
muy lanzada, acosa a Yuu preguntándole si quiere salir con ella o si tiene
novia y el chico no sabe cómo sacársela de encima. Ella toma la delantera y lo
besa, con tan mala suerte para él, que Brian lo ve y luego empieza a molestarlo,
porque Brian está loco por Jenny y ella no le hace ni caso (supongo que esto ya
se veía venir). Pero la cosa no hace más que empeorar hasta que ambos se retan a
un partido de baloncesto, algo en lo que Brian es un as. Para sorpresa de todos
los presentes, Yuu le gana y ambos firman la paz de esta manera.
Para Miki también empieza su pequeño
infierno, pues la salida de escena de Yuu propicia el que aparezcan otros pretendientes,
como por ejemplo Kei, el cual había desaparecido durante unos cuantos
capítulos. El chico (recuerden que gracias a Miki ha retomado sus estudios de
música) se presenta de sopetón en su casa y le pide, una vez más, que salga con
él y está dispuestísimo a retar a Matsuura, para conseguir el amor de Miki.
Entonces ella le comunica que Yuu está en Estados Unidos por motivo de
estudios, noticia que solo hace que Kei intente con más ahínco conquistarla. Y
bien, Michael también se le declara y le dice que aprovechará la ausencia de su
novio para robarle el corazón. Y entonces, fortuitamente, Kei y Michael son
presentados por Miki y ¡la guerra estalla! ¡Cuánto nos vamos a divertir todos!
Con todo lo que está sucediendo, la señorita Ryoko toma la decisión de ayudar a
Miki, pues la ve algo desanimada, por lo que le propone que haga un trabajo de
medio tiempo en una tienda nueva que van a abrir próximamente, regentada por la
esposa de un amigo de Ryoko del instituto y su hermano. Y atentos todos: entre
el hermano de la dueña y Ryoko surge “algo”, incluso cuando entran en confianza
él le pide una cita, aunque ella lo rechaza cortésmente, pues hace poco terminó
su amor no correspondido con otra persona (obviamente se trata de Namura). Pero
él no se desanima y lo sigue intentando ¡Claro que sí! ¡Ryoko se merece lo
mejor!
Miki intentado hablar con Yuu por teléfono. A la izquierda están Jenny, Will y Brian. Y a la derecha Michael, Meiko y Miwa. |
Nada más llegar Miki se adelanta y va a la
residencia en busca de su novio. Allí toca la puerta de la habitación de Yuu y
de ella sale una chica rubia que se presenta como Jenny y le explica que Yuu
está dormido porque hace un rato estaba con ella, insinuando que se habían
acostado. La pobre Miki se lo cree y abandona la residencia con el corazón
roto. La verdad es que todo lo que le dijo Jenny no era más que una mentira; el
verdadero motivo de que estuviera en el cuarto de Yuu era para tomar un libro
prestado. En este punto debo decir que Miki es una ingenua, ya que se va sin
hablar con su novio cara a cara y aclarar las cosas, que es lo que se supone
que iba a hacer al ir a Nueva York. A veces Miki es muy contradictoria, o por
lo menos el guión de la serie lo es; para caminar sola por Nueva York nada más
salir del aeropuerto e ir a la residencia de Yuu ella sola se desenvuelve de
maravilla, pero para lidiar con las mentiras de Jenny se comporta como una
llorona. En fin, no hay que darle demasiadas vueltas: la chica estaba impactada
por lo que acababa de oír :-P. Cosas del shoujo.
Meiko, siempre algo más madura que su amiga, le regaña preguntándole el porqué
no entró en la habitación para confirmar si lo que Jenny decía era verdad. Pero
ya es demasiado tarde, Miki se quiere marchar porque tiene el corazón
destrozado y ya no puede soportar tanto dolor.
Y a todas estas ¿cómo se entera Yuu
de que Miki está en Estados Unidos? Pues fruto de la casualidad. Mientras Meiko
estaba registrándose en el hotel, se encuentra con Anyu y le cuentan que ella y
Miki están allí para ver a Yuu. Entonces Will llama a Anyu desde la casa de
campo para proponerle salir, pues la chica le gusta y así se lo hace saber a
Yuu, ella acepta la invitación y aprovecha para decirle a Yuu que Miki está en
Nueva York. En fin, que los tres chicos salen disparados de Long Island para
intentar que los novios se reencuentren. Al llegar a la residencia Yuu pregunta
a Doris y a Jenny si han visto a su novia. Ésta última lo admite, pero sin dar
detalles de lo ocurrido. Entonces Yuu escucha todos los mensajes que Meiko le
había dejado en el contestador, advirtiéndole de que Miki quería regresar a
Japón cuanto antes porque creía que él y Jenny estaban saliendo. El chico corre
al aeropuerto donde por fin se encuentra con Miki. Momentos intensos. Muy
intensos. Él se disculpa, por no saber que ella estaba allí para verle y ella
le explica que está triste y cansada de solo poder hablar con él por teléfono
unas pocas veces en semana, de la larga distancia que los separa y de
preguntarse a sí misma si él la está engañando con otra chica. En este momento,
Yuu se comporta como un hombre (creo que por primera vez en toda la serie, por
lo menos desde mi punto de vista), le pide disculpas, pues no sabía que lo
estaba pasando tan mal y le pide que lo espere. Pero Miki lo pone entre la
espada y la pared: o sigue en Nueva York y su relación se rompe o regresan
juntos a Japón. Pero él (como es lógico) no puede abandonar sus estudios
soñados precisamente en ese momento, por lo que se despiden y la relación se
rompe. T_T pobre Miki. Pobre Yuu.
De vuelta en Japón Miki actúa más alegre que
de de costumbre, para disimular su verdadera tristeza y poco a poco hace
partícipe a sus conocidos de su ruptura con Yuu. Oportunidad que Michael no
desaprovecha para declarársele una vez más. Pero ella sale huyendo, porque
quiere estar sola y tropieza accidentalmente con Kei, el cual, en vez de
declararse le ofrece inteligentemente su hombro, para que llore. Lo que hace
que Miki se derrumbe entre sus brazos. Mientras tanto, en Nueva York, Yuu no
hace sino pensar en su exnovia. Will nota a su compañero de habitación algo
deprimido, aunque no sabe bien el motivo, pero intuye que tiene que ver con
Miki, así que se dirige a Jenny y le pregunta exactamente qué pasó la tarde en
que las dos se encontraron. Jenny admite que le gastó una broma a Miki y Will
la reprende severamente por las terribles consecuencias que han tenido sus
actos. Jenny busca consuelo en su amiga Doris, pero ella es de la misma opinión
que Will y anima a la rubia para que le cuente a Yuu lo ocurrido y se disculpe con
él. Así lo hace, de esta manera constatamos que Jenny no es mala, sino un poco
traviesa y cabezona. El bueno de Yuu no toma en cuenta lo ocurrido entre ambas
chicas, pues sabe que su ruptura se debe a la larga distancia que hay entre
Miki y él. Finalmente, y tras mucho pensarlo, Yuu se arma de valor y llama a
Japón, con la esperanza de hablar nuevamente con Miki e intentar convencerla de
que pueden volver a intentarlo, pero Michael le contesta al teléfono y le
informa de que ella se ha ido a casa de Kei. Aunque Kei y Miki han acercado
posiciones, eso no significa que definitivamente estén saliendo como pareja de
novios, aunque él juega con ventaja respecto a Michael. Y sucede que Kei se va
a Nueva York a participar en un concurso de música y busca a Yuu para hacerle
saber que él está dispuesto a cuidar de Miki en su lugar. Yuu, quien no ha
dejado de pensar en su querida Miki e incluso le ha mandado un paquete con las
maquinitas que solían usar para dejarse mensajes en el pasado, se da por
vencido y le pide a Kei encarecidamente que la cuide bien. Y por supuesto, Kei
no pierde tiempo. Ya en Japón Michael y él acuerdan invitar a Miki a un parque
de atracciones para que allí se decida por uno de los dos para que se convierta
en su nuevo novio. Y el ganador es… hagan sus apuestas… ¿Quién es el
afortunado?... Pues Miki finalmente elige a… Kei.
Ahora Kei y Miki son novios. |
En Nueva York también se respiran nuevos
aires amorosos gracias a la llegada del verano. Sorprendentemente Anyu anima a
Will para que se le declare a Jenny y así lo hace, pues ambos saben que, aunque
han salido un par de veces, les gustan otras personas. Y la rubia acepta ¡Increíble!
Pero ¿qué pasa con Brian? Pues el pobre, al enterarse, se deprime y es
consolado por Doris, la cual aprovecha para declarársele también. Y colorín
colorado, cada cual ha encontrado a su pareja. Pienso que esta ha sido una
manera rápida de colocar a nuestros amigos americanos con su media naranja
antes de que Yuu regrese a Japón por las vacaciones de verano, de lo que se
entera Miki por boca de Chiyako y Rumi. Como es obvio los nervios afloran: su
ex novio de vuelta, sin olvidar que viven en la misma casa ¿Qué pasará? Y el
día llega, lo que le produce a Miki cierto desasosiego, como le ocurrió
anteriormente a Arimi, y así se lo hace saber a Kei. El motivo es el que se
siente con la obligación de comunicarle a Yuu que ahora está saliendo con él y
no sabe cómo decírselo. Cuando todos van al aeropuerto a recibir a Yuu éste
aparece de sopetón con Anyu, la cual es invitada a cenar como un miembro más de
la familia. En el restaurante Miki aprovecha la ocasión y le hace saber a Yuu,
con Anyu como testigo, que ahora es la novia de Kei ¿Y cómo se lo toma el
chico? Pues haciendo de hermano comprensivo, o de exnovio simpático, y le dice
que se alegra mucho por ella, si eso es lo que le hace feliz. Pero Anyu sabe
bien que Yuu está fingiendo para no hacer daño a Miki y su intuición se
confirma cuando Michael también se sincera y pide disculpas, porque muy
posiblemente fueron sus chismes sobre Yuu y Jenny los que hicieron que su
relación con Miki se rompiera. Yuu, que parece que ha madurado un poco, le saca
toda importancia y le dice a Michael que la culpa de la ruptura la tiene
principalmente él, por haber dejado sola a su novia. Pocos días después se
organiza una acampada a la que asisten Miki y Kei, Yuu y Anyuu, Yayoi y
Rokutanda, Arimi y Ginta, Suzu y Michael, Kijima y su mujer, el hermano de ésta
y la señorita Ryoko. Como era de esperar, Miki no hace sino estar pendiente de
Yuu y Yuu de Miki, aunque ambos deben disimularlo, pero la mayoría son
conscientes de la tensión que se masca en el ambiente. Por la noche, Kei invita
a Miki a pasear y, en medio del bosque, intenta besarla. Pero los recuerdos de
los momentos dulces que ha pasado con Yuu vienen a su mente y empieza a llorar.
Incapaz de corresponder honestamente a los sentimientos de Kei sale huyendo
despavorida y se topa con Yuu. Ambos se abrazan y vuelven a declarar su amor,
que no ha muerto, a pesar de lo sucedido en la última época. Me alegro por
ellos aunque se me parte el corazón por Kei y por Anyu, pero ya ha pasado en
otras ocasiones a lo largo de la serie y con otros personajes: el amor es así.
De esta manera la pareja retoma su relación amorosa e idílica. Como prueba de reconciliación deciden
intercambiarse regalos e incluso planean hacer el soñado viaje juntos, los dos
solos. Pero la desgracia no tarda en llegar (ya la echaban de menos ¿eh?).
Todo ocurre mientras Yuu está ordenando en
su cuarto. Allí descubre un antiguo álbum que pertenece a su padre, dentro del
cual encuentra varias fotos. Una de ellas llama especialmente su atención ya
que sus padres aparecen emparejados con los padres de Miki. En ese instante a
su mente le llegan los recuerdos de cuando descubrió en su niñez que Youji no
era su verdadero padre. Si su madre estaba en aquella época Jin, eso solo puede
significar que él es su padre y, por tanto, que Miki y él ¡SON HERMANOS! Ante
las pruebas que tiene, Yuu corre a casa de Miwa para evitar a Miki y, después,
cuando se vuelve a reencontrar con ella le dice que deben romper ¡Pero si
acaban de reconciliarse! ¿Es esto un sueño o una pesadilla? Cuando Yuu le
cuenta a Miwa que ya ha roto (de nuevo) con Miki pero sin contarle la verdad,
Miwa se enfada con él. Desde su punto de vista debería de haber dicho la
verdad, pero Yuu esgrime su argumento: no quiere traumatizar a Miki y prefiere
que piense que él ya no la quiere. Para solventar el problema creado
nuevamente, Yuu decide regresar a Nueva York y así intentar poner tierra de por
medio. Pero Miki sabe que él aún la quiere, porque no es normal que ya no
quiera ser su novio de la noche a la mañana, y más con lo contento que estaba
cuando se reconciliaron, sabe que hay algo que él le oculta y así se lo hace
saber a su amiga Meiko. Esta parte de la serie ya empieza a ser un poco pesada
y repetitiva y ahora explicaré el motivo. De nuevo Miki está sin novio e
intenta olvidarse de Yuu, hasta se corta el pelo y se pone pendientes para
materializar el cambio que está sufriendo interiormente. Se encuentra de nuevo
con Kei, quien la trata como un buen amigo. Como se nota que es un buen chico,
es otro y ya la hubiera mandado de paseo hace rato. A pesar de todos sus
esfuerzos, Miki le confiesa finalmente a Meiko que quiere volver a ver a Yuu
porque lo quiere ¿Y qué hace Meiko? La anima para que vaya a Nueva York otra
vez ¿entienden el porqué digo que es repetitivo?
En Nueva York Miki se le declara de la
manera más dulce posible a Yuu y él, aguanta como puede las bonitas palabras,
pero el chico no es de hierro y acaba diciéndole la verdad. Como era lógico
Miki no se lo cree al principio, pero lo va asimilando poco a poco. Su shock
llega hasta tal punto que se escapa y se va sola a recorrer Manhattan. Les
ahorraré los detalles de la penosa aventura de Miki, porque el guión es
patético: unos matones la persiguen, unos niños callejeros la ayudan, son
encontrados por los matones otra vez y, cuando todo parecía perdido, aparece
Yuu, los salva a todos y le confiesa a Miki que le da igual que sean hermanos
porque no piensa separarse más de ella. Estos últimos capítulos son horrorosos
de pesados y de hilarantes. La verdad es que uno desea que se acabe la serie ya
para que los capítulos de relleno no arruinen todavía más la historia. De todas
formas, les animo a que los vean, más que nada para ver si son capaces de
soportar el tedio de esta historia final sin sentido sin aburrirse como me pasó
a mí. Pero falta el final, que es lo que todos llevamos esperando estos 76
capítulos. Si lo que acabo de contar era espantosamente absurdo y aburrido,
esperen porque viene lo peor (o lo mejor -_-). Después del reencuentro entre
los hermanitos, van al aeropuerto para que Miki regrese a Japón y allí ¡Oh,
sorpresa! Aparecen de sopetón los padres de Miki, los de Yuu, Meiko y Miwa que
habían viajado a Estados Unidos desesperadamente tras enterarse de que Miki
había desaparecido (¡Esto no se lo creen ni los propios guionistas de la
serie!). La presencia familiar infunde coraje a Yuu y a Miki para hablar
seriamente con sus padres, con Miwa y Meiko como testigos. Yuu toma la palabra
y dice que a pesar de saber que su verdadero padre es Jin Koishikawa y que, por
tanto, Miki y él son hermanos, es demasiado tarde porque están enamorados y no
pueden vivir el uno sin el otro. Como era lógico los padres de los chicos
explotan de risa por el malentendido. Chiyako explica que, efectivamente, en la
universidad ellos estaban emparejados como lo están en la actualidad, aunque
hubo una época en la que se cambiaron de pareja, momento en el que ella estaba
embarazada de Jin, pero sufrió un aborto y luego quedó embaraza nuevamente de Youji,
naciendo después Yuu. Así que si no son hermanos pueden hacer lo que quieran.
¡Uf, que alivio! Y lo mejor de todo es que los padres de los chicos, ya sabían
que estaban enamorados, aunque habían disimulado para que creyeran que era un
secreto entre ellos ¡Vaya progenitores más cachondos que tienen Miki y Yuu ¬_¬!
Como pincelada final, asistimos a la boda de Namura y Meiko, ocasión en la que
Rumi y Chiyako hacen un importante anuncio y es que ¡las dos están embarazadas!
Y la escena final son Miki y Yuu en su boda. FIN.
Él es Hajime Koishikawa y ella Rikka Matsuura. |
Desde luego, que resumen más largo.
Discúlpenme si he prestado atención a cosas irrelevantes, pero si me comía
algún detalle el resto de la historia no se podría entender. Para concluir este
(extenso) comentario sobre una de las series que han marcado mi adolescencia
quiero aclarar un par de puntos. En primer lugar decir que el manga de Marmalade Boy, que es la obra original,
difiere en muchos aspectos con respecto a la versión animada. Hay cosas que en
el cómic no son exactamente iguales a lo que se ve en la serie. Un ejemplo muy
bueno es el final; en la serie los padres de Miki y Yuu sabían que sus hijos
eran novios, en el manga no es así y, por supuesto, no hay indicios de que Miki
y Yuu se casen. Algo más a tener en cuenta con respecto a la versión en papel
es que más o menos con la aparición de Anyu Kitahara comienza una historia
original creada exclusivamente para el anime. Anyu, todos los personajes
americanos y la trama de Nueva York hasta el final son capítulos de relleno.
Quizás ese es el origen de la pésima calidad del argumento al final, motivo por
el cual me desesperé un poco, discúlpenme. En segundo lugar… ¿dije FIN? Pues
que sepan, para aquellos que se quedaron con ganas de más shoujo en el universo de Marmalade
Boy, que la autora está publicando actualmente una secuela que se titula Marmalade Boy Little. O_O Y, si no me
equivoco, creo que ya van por el capítulo 13. La historia se desarrolla varios
años después del final de la primera serie y tiene como protagonistas a Rikka
Matsuura y Hajime Koishikawa ¡Sí, los hermanitos de Miki y Yuu! También vemos
al hijo de Meiko y Namura, del cual se enamora Rikka y… parece que Hajime
siente algo por Rikka también. La historia se plantea ligeramente parecida a la
de sus hermanos ¿verdad? Y para los que seguimos tan intensamente la primera
serie es un deleite ver a nuestros personajes favoritos de nuevo, por ejemplo
Ginta es profesor en la escuela a donde van Rikka y Hajime, que es la misma en
la que estudiaron él, Miki, Yuu, Miwa y Meiko. Por supuesto vemos de nuevo a
Miki, a Yuu, a Miwa (¡qué guapo está!) y otros viejos conocidos. Y… como extra,
les recordaré que no se olviden de ver la película o capítulo 0. En él vemos el
principio de toda la historia, pero desde la perspectiva de Yuu y descubrimos
que, fue él quien primero se enamoró de Miki, al verla por casualidad y
averiguar posteriormente que se trataba de Miki Koishikawa, la hija de la
pareja con la que sus padres iban a casarse nuevamente.
¿Qué más puedo decir? Pedir disculpas por mi
larga ausencia, casi un año, no pensaba que fuera a pasar tanto tiempo para
volver a escribir en el blog. El mes de mayo del año pasado fue complicado,
luego el verano se tornó muy ocupado, en octubre comenzó la rutina nuevamente y
después llegaron las Navidades, etc, etc, etc fue una cadena interminable de
asuntos que atender que me dejaron muy escaso tiempo libre para poder dedicarme
a hacer lo que me gusta ^_^ que es el anime. Empecé a ver un par de series que,
por uno u otro motivo, tuve que dejar a mitad, por lo que nunca pude completar
el comentario para poder subirlo al blog. Deseo que a partir de ahora pueda
disponer de algo más de calma para hacerlo. Pero no se quejen, que me he
resarcido con esta entrada larguísima, la más larga hecha hasta ahora.
Disfruten y sean felices. Nos vemos pronto
(espero).
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