La Visión de Escaflowne (anime y película)

   Con esta serie me pongo muy nostálgica, recuerdo cuando la vi por primera vez, fue a través del canal Buzz de Digital+, el canal de pago. Algunos seguro que se acuerdan. Y bien podría tener 16 años cuando eso y ya han pasado 10 desde entonces ¡bendita adolescencia! Pero ahora que disfruto de ella una década después mi chica adolescente vuelve a salir a flote, supongo que es bueno no perder el espíritu joven (parece que soy una vieja ¬_¬). La Visión de Escaflowne es una serie que tiene ya sus años, en 1996 el estudio Sunrise estrenó el anime en Japón con 26 episodios, es casi que un clásico, cualquier aficionado al manga y al anime debe verla. Pero ¿qué tiene La Visión de Escaflowne? Pues un poco de todo: una protagonista adolescente, un mundo fantástico, extrañas criaturas, una guerra devastadora, grandes robots, dragones, cartas del tarot, romance y una banda sonora de lo mejorcito que hay. La serie se podría incluir en la temática de fantasía heroica, pero como dije antes, comparte algunas características con otros géneros, sobre todo con el shojo. A partir de aquí lees bajo tu responsabilidad.

La protagonista, Hitomi Kanzaki.

   Hitomi Kanzaki, de 16 años, es una chica corriente de instituto que además practica atletismo y le gusta echar las cartas del tarot, posee cierta sensibilidad para sentir y ver el futuro, pero no se dará cuenta de su habilidad hasta que se le aparece un joven ataviado con una armadura que es perseguido por un dragón horrible. Junto con su amiga Yukari y el chico del que está enamorada, Amano, huyen del fiero animal, hasta que el joven con la armadura acaba con él, extrayendo de sus entrañas una piedra rosada. En ese momento una luz cegadora la envuelve a ella y al chico misterioso, siendo transportados a un lugar extraño. Se trata de un bosque desde el que se puede ver el planeta Tierra y la Luna. ¿Qué sitio es este? El joven le informa de que se encuentran en Gaea y que la Tierra es llamada por los habitantes de este extraño planeta “La Luna de las Ilusiones”. Hitomi es conducida por Van Fanel, pues así se llama el muchacho de la armadura, hasta su reino, Fanelia. Van es el príncipe de Fanelia y va a ser coronado como rey tras vencer al dragón. Pero entonces Hitomi siente algo: un gran peligro se acerca, un enemigo invisible va a atacar el reino. Y así sucede. Gigantescos robots cubiertos por capas invisibles reducen a cenizas Fanelia. Los grandes guerreros luchan y Van no va a ser menos, como buen rey que es despierta a un robot de nombre Escaflowne en el que introduce la piedra rosada que obtuvo al matar al dragón. De esta manera la armadura gigante Escaflowne lo reconoce como su piloto y entran en la batalla.

Merle y Van.

   En medio de la lucha, Escaflowne con Van dentro y la propia Hitomi son absorbidos nuevamente por la luz cegadora que los transporta a un bosque, con tan mala suerte que cada uno acaba en un lugar diferente. Hitomi es atacada por un extraño hombre-topo, pero es rescatada milagrosamente por un guapísimo caballero de nombre Allen Schezar. Cuando Van se topa con Allen no duda en luchar con él, creyendo que ha lastimado a Hitomi. Mala idea, porque Allen es un gran espadachín y lo vence en un santiamén. Hitomi y Van son llevados a una especie de fortaleza en la que Allen y los guerreros a sus órdenes parecen vivir, allí le cuentan lo sucedido en Fanelia y que Hitomi proviene de “La Luna de las Ilusiones”. Van reclama su Escaflowne pero Allen se niega a decirle en dónde está. Entonces llega a la fortaleza una visita inesperada: guerreros del Imperio de Zaibach capitaneados por Dilandau. Es cuando nuevamente Hitomi tiene visiones de un ataque y así sucede. Los gigantes invisibles, que no son más que robots gigantes del Imperio de Zaibach, destruyen la fortaleza en busca de Escaflowne. Pero Allen guarda un as en la manga: con su propio robot y su nave se escabullen del ataque. Pero Dilandau no los deja en paz, así que Van se sacrifica y huye lejos con Escaflowne, dándoles una oportunidad a sus compañeros para escapar. Van es atrapado y llevado a la fortaleza flotante de Zaibach en la que se encuentra con alguien. Se trata del enigmático estratega del Imperio: Folken, que no es otro que su hermano mayor desaparecido hace muchísimos años. Van se asombra y a la vez un odio inmenso nace en su interior contra su hermano por haber desaparecido sin dejar rastro, por unirse al Imperio, por destruir Fanelia y por ambicionar la armadura Escaflowne.

Allen, que galán eres.

   Mientras tanto Hitomi intenta, usando su don de predicción, descubrir dónde se encuentra Van para rescatarlo. Cuando haya su paradero Allen y sus hombres asaltan la fortaleza flotante de Zaibach liberando al muchacho y a su armadura. Pero antes de poder huir Dilandau y Van se enfrentan, como resultado Van le hiere en el rostro dejándole una cicatriz. A partir de aquí podemos ver cómo la furia se apodera de Dilandau y su única obsesión es acabar con Van cueste lo que cueste. Tras esta pequeña victoria contra las fuerzas de Zaibach la nave de Allen se dirige hacia Palas, la capital de Asturia, para informar al rey de la amenaza del Imperio. Al llegar allí son recibidos por una joven, se trata de Millerna, la tercera hija del rey que no parece ocultar su afecto hacia Allen, algo que no pasa inadvertido a Hitomi. Tomando la delantera, Allen ve al rey y le explica lo ocurrido, pero el monarca lo reprende, ya que cree que no le está contando la verdad ¿Cómo puede pensar eso? Alguien se le ha adelantado y ese es Folken. Contando la historia al revés de lo ocurrido, el astuto Folken convence al rey y le hace creer que Allen es el que ha atacado al Imperio primero. Así podemos ver que queda bien claro que el reino de Asturia y el Imperio son aliados. Además, el rey está interesado en Escaflowne, hasta tal punto que “invita” a Van a que le demuestre las habilidades de su robot en una lucha con otros guerreros. Por supuesto Van sale victorioso entre la intranquilidad y el enfado de Hitomi y Merle, la pequeña niña-gato amiga de Van.

Millerna, enamoradísima de Allen.

    Tras esta insignificante batalla y después de la cena de recibimiento de los invitados, Millerna coquetea con Allen y no desaprovecha la oportunidad de besarlo sabiendo que Hitomi está mirando para quitarse a su rival de en medio. La jovencita se decepciona enormemente por esto y sucumbe a las lágrimas, en medio de su berrinche es capturada por los esbirros del Imperio. Por suerte Merle presencia lo sucedido y avisa a Van, el cual acude a rescatarla para agradecerle que lo hubiera salvado la vez anterior. Hitomi piensa que quien va en su auxilio es Allen y menuda sorpresa se lleva cuando descubre que en realidad se trata de Van. Ahora, los tres, Van, Hitomi y Merle dejan atrás Palas y vagan por el bosque llegando a una mina en dónde están desenterrando huesos de dragón para hallar las piedras rosadas que alimentan a los robots. Esta mina pertenece al Imperio y lo que Van desea es destruirla para de esta manera truncar los planes de su hermano. Y lo consigue, gracias a Escaflowne, pero esto causa un derrumbamiento en el cual Hitomi cae al vacío en medio de una gran grieta. Pero Van no va a dejar a su amiga morir y, sin dudarlo, se lanza fuera de su robot volando gracias a unas preciosas alas blancas que aparecen súbitamente en su espalda ¡Un ángel! ¿Van es un ángel? No, en realidad se trata de un descendiente del pueblo de Atlantis, destruido hace mucho tiempo. Van y Merle le suplican a Hitomi que no revele su secreto y ella así se los promete.

El irritable Dilandau.

   Gracias a las plumas blancas de Van, Hitomi puede ver el pasado de su amigo: cómo se conocieron sus padres, su niñez, su hermano Folken… Ahora siente que conoce un poco más a Van y ambos estrechan su amistad. Pero de nuevo aparecen Dilandau y sus hombres para combatir. Logran vencerles gracias a Allen, que aparece en su robot para auxiliarlos. Sin embargo, acaba herido cuando intenta proteger a Hitomi de un ataque. Ahora su vida corre peligro, pero ahí está la princesa Millerna, que ha escapado de su país para estar con su amor prohibido Allen y, llenándose de valor, lo opera usando sus escasos conocimientos médicos. Suspiren aliviadas, señoritas, el galán se salva. Y de pronto han llegado al reino de Freid, donde la hermana mayor de Millerna, Marlene, se casó con el rey. Desafortunadamente, Marlene falleció, pero la comitiva es recibida por un muy joven e inocente príncipe Chid, el cual no sólo se alegra de recibir a su tía, sino de conocer al gran caballero Allen Schezar, al cual admira gracias a las fantásticas historias que su madre le contaba sobre él. Pero la paz no dura mucho, ya que un esbirro del Imperio se hace pasar por uno de los hombres del reino de Freid sembrando la sospecha sobre el grupo de visitantes. Hipnotiza a Hitomi para interrogarla y es cuando ella revela que proviene de “La Luna de las Ilusiones”. Pero en medio del interrogatorio Hitomi cae en trance al predecir la muerte del traidor y pierde el pulso, desvaneciéndose. Sus compañeros corren en su auxilio, reanimándola, por suerte, con masaje cardíaco cortesía de Van. Una vez recuperada, acompaña a Van a una pequeña escaramuza con Dilandau, quedando una cosa clara: el Imperio tiene la intención de invadir Freid.

Folken, enigmático y misterioso ¡Me encanta!

   Repentinamente hace su llegada el monarca del reino, el padre de Chid, el verdadero rey, Mahad. Un hombre rudo, moreno de tez y con rasgos muy marcados, muy distinto a su hijo, que es de facciones delicadas y muy rubio. Mahad no parece muy complacido de tener allí a Allen, pero ante la guerra que se avecina, cualquier soldado es bien recibido. Millerna habla con su cuñado y este le permite permanecer en las estancias en las que su hermana Marlene pasó sus últimos años de vida. Entonces, la curiosa princesa descubre un diario escondido detrás de una caja de música. Los secretos más íntimos de su hermana están en sus manos. A la misma vez Chid, apesadumbrado por el trato rudo que le da su progenitor le pide a Hitomi que le lea el futuro, para saber si podrá dar la talla como rey, ella acepta. A la misma vez que Hitomi lee las cartas del tarot Millerna descubre a través del puño y letra de su hermana que estaba enamorada de Allen y que la noche antes de casarse estuvieron juntos y concibieron un hijo. O_O. Sí. Así se nos quedan los ojos al conocer este secreto. Obviamente Hitomi toma una actitud más discreta y opta por animar a Chid de que todo le va a ir muy bien. Sin embargo, Millerna no puede ocultar sus celos y le pregunta a Allen si es verdad lo que ha descubierto. Sin embargo, el rey de Freid interrumpe su conversación para afirmar de manera más que rotunda que Chid es su hijo y pone fin al tema. Ahora entendemos porqué la antipatía del rey hacia Allen, no solo se acostó con su mujer, sino que es el verdadero padre de Chid. Cornudo y apaleado, así se debió de sentir al ver el bebé de piel blanca y finos cabellos dorados. Pero Marlene no pudo cargar con el pecado cometido y se lo contó. Más vergüenza tuvo que sentir el pobre hombre. También es comprensible el porqué de su rudeza al hablarle a su “hijo”.

Dryden, un hombre un tanto desgarbado.

   Tras este revelador secreto el Imperio no tarda en destruir el castillo y gran parte del país de Freid, así que nuestros amigos viajan hasta el templo de Fortona, dónde esperan resistir. Allí, los monjes le dan al rey una espada que al parecer guarda el secreto de Atlantis, la civilización perdida. Pero Folken ordena que los ataques continúen, ya que lo que le interesa al Imperio es la espada. Tras una sangrienta batalla el rey de Freid muere y Chid, para acabar con el asedio acepta las pretensiones de Folken, depositando la espada bajo su cuidado. Pero esta última batalla afecta a Van de tal manera que las heridas que ha sufrido Escaflowne también las tiene él, perdiendo una gran cantidad de sangre. Es tal su pérdida de consciencia que en un arrebato extiende sus alas, dejando al descubierto el hecho de que es descendiente del pueblo de Atlantis. Entonces aparece Dryden, el prometido de la princesa Millerna, que se emociona al ver el gran robot y comprende de inmediato la situación, por lo que, accionando una palanca de Escaflowne, invoca a la tribu que fabricó el robot para que lo arreglen, ya que si Escaflowne es reparado, las heridas de Van también se curarán. Y sí, Van se recupera. Pero no hay tiempo para el descanso y, sin pensarlo dos veces, se lanza de nuevo a la batalla. Otra mala idea, ya que queda atrapado en su propia ira y Escaflowne se queda paralizado, volviéndose negro. Hitomi corre para ayudar a su amigo e intenta liberarlo de la desesperación en la que ha caído. En medio de su visión es testigo de cómo Atlantis fue destruida por su ambición de modificar el destino. Al final, los dos regresan de lo más profundo de sus mentes sanos y salvos.

Narya y Erya.

   Otra persona que también ha quedado afectada por la brutalidad de Escaflowne es Dilandau, por lo que Folken prescinde del muchacho y envía en su lugar a dos chicas gato, Narya y Erya, para continuar con la misión de atrapar a Escaflowne. Sin embargo, logran deshacerse de ellas, por el momento. En el trayecto Dryden se hace con el diario de viaje del padre de Allen, el cual abandonó a su familia en pos de descubrir el secreto de Atlantis. Siguiendo las descripciones del diario ponen rumbo al lugar en dónde se supone está Atlantis, algo que no le hace nada de gracia a Allen, el cual no puede perdonar a su padre por haberse ido del hogar en busca de una quimera. En esta parte queda más que constatada la rivalidad entre Dryden y Allen y la inseguridad de Millerna, la cual comienza a dudar de cuál pretendiente le conviene más. Y también descubrimos otro hecho asombroso y es que el padre de Allen y la abuela de Hitomi se conocieron en Gaea. Parece que esto de viajar a otro mundo es herencia familiar. Finalmente logran encontrar la entrada a Atlantis, que se presenta como un portal a otra dimensión y por supuesto se adentran allí. En ese lugar no encuentran más que ruinas pero Hitomi, Van y Allen se enfrentan a sus pasados, que de alguna manera están relacionados con este lugar. Hitomi ve de nuevo como Atlantis es destruida y a su abuela cuando estaba en Gaea, Allen habla con su padre y Van ve a su madre desaparecida, ésta le entrega un cristal misterioso que lo transporta a él, a Escaflowne, a Allen y a Hitomi directamente a la fortalece de Zaibach. Allí conocen a Dornkirk, el emperador, que no es más que un viejo hombre obsesionado con la modificación del destino de las personas y con Atlantis. Tras hablar con él y ser encarcelados, Hitomi y Van unen su energía, algo que no parece hacerle mucha gracia a Allen, consiguiendo de esta forma que Escaflowne se mueva, aunque nadie  lo esté pilotando y poder finalmente escapar del siniestro Imperio.

Los personajes principales del anime de La Visión de Escaflowne.

   Han pasado tres semanas desde este suceso y nuestros amigos están de vuelta en Palas. Todo el mundo está muy alborotado porque Dryden y Millerna finalmente se van a casar, hecho que desestabiliza un poco a los personajes principales. Allen están en medio de la decepción y la melancolía, Hitomi se siente sucia por no decirle a Millerna claramente que está cometiendo un error al casarse con Dryden renunciando a Allen y Van también está algo inquieto. Es más, al encontrarse con Hitomi la invita a hablar para que la chica se desahogue, pero mete la pata, ya que le dice que la quiere, pero queda perfectamente claro, tras su torpe explicación, que lo que quiere de ella es únicamente su poder. Esto enfurece a Hitomi y la decepciona terriblemente. En medio de todo esto podemos ver como Folken le propone a Dornkirk un plan para alejar a Escaflowne de la niña de “La Luna de las Ilusiones”, es decir, modificar sus destinos. Así que Folken y Erya hacen una pantomima encarnando los papeles de Allen e Hitomi, para hacer que se enamoren. Así vemos como terminan los verdaderos Allen e Hitomi besándose sobre un puente. Beso que ve Van ¡Qué carita se le queda! Si hasta me da pena. Tras esta ruptura entre Hitomi y Van los preparativos de la boda real continúan. La desconfianza se hace hueco en el corazón de Millerna y le pide a Hitomi que le eche las cartas. Ella accede y descubre horrorizada que la predicción es totalmente nefasta para la princesa, pero confiando en su poder cambia las cartas, esperando cambiar también el futuro. Pronto descubrirá que el destino es algo con lo que no se puede jugar. La boda termina arruinada por el ataque del Imperio, irrumpiendo Narya y Erya en el castillo, reclamando que les entreguen a Hitomi. Ni siquiera Van puede detener a las dos guerreras, ya que les han hecho una transfusión en la sangre con una sustancia que les permite cambiar la suerte a su favor. Pero esta ventaja pronto se acaba, porque el efecto de la suerte no dura mucho y Narya acaba perdiendo su robot y quedándose atrás.

Hitomi en la película de Escaflowne.

   Pero hay que sacar de toda oportunidad la parte más positiva y Narya lo hace secuestrando a Hitomi para llevarla ante Folken y así enmendar su error. Mientras huyen Hitomi se da cuenta, gracias a su poder, de todo lo que ha sufrido su secuestradora y cuanto ama a Folken. Intenta persuadirla varias veces de que se aleje del Imperio, que eso supondrá su muerte, pero Narya no la escucha. Sin embargo, en medio de la huida, los efectos devastadores de haberse inyectado en su propio cuerpo el poder de tener la suerte de su lado la afectan de tal manera que envejece prematuramente y termina por dejar a Hitomi libre. Triste final para ambas hermanas, ya que mueren en los brazos de Folken el cual abre los ojos y se da cuenta de la brutalidad de los planes de Dornkirk y abandona el Imperio. Tras este episodio en Asturia se discute como afrontar la inminente guerra que se va a desatar contra Zaibach, su aliado hace poco. Es entonces cuando Van recibe un mensaje de su hermano: lo espera en Fanelia. Hitomi lo acompaña, aunque Van no quiere en un principio y se muestra muy antipático con ella, parece que aún recuerda el beso que ella y Allen se dieron. Pero Hitomi insiste, sabe perfectamente que Folken no quiere hacer daño a su hermano y quiere que Van tampoco pierda los papeles y cometa una locura. En la destruida Fanelia Folken los espera, instantes después de llegar son atacados por dos dragones. Van es consumido por la ira y Folken le dice que si no cambia su actitud los dragones no lo dejarán en paz, es como si Folken quisiera enseñarle a su hermano que la ira solo engendra ira. Finalmente Van comprende el mensaje y además descubre lo que sucedió hace 10 años: porqué Folken desapareció tras luchar con el dragón, cómo perdió su brazo izquierdo en esa lucha y cómo se unió al Imperio de Zaibach.

Van, mucho más salvaje que antes.

   Tras este encuentro entre los dos hermanos todos los países de Gaea han decidido combatir juntos contra el Imperio y ahora cuentan además con la ayuda de Folken, que ha pedido asilo a Asturia a cambio de informarles de todos los secretos de Zaibach, pero Van no se fía del todo de él. Mientras tanto Allen reprende a Hitomi por haber escapado con Van ¿alguien está celoso? Y ella se escabulle sin darle explicaciones. Pero Allen la aborda nuevamente y le confiesa que amó a Marlene y que Chid es su hijo. Ahora que no hay secretos entre ellos le pide que se casen. Hitomi no responde. Parece más bien desolada ¿Por qué? ¿No era Allen de quien estaba enamorada? Tras otro combate en el que de nuevo vemos a Dilandau en acción, Hitomi explota. No quiere estar más en este horrible planeta, pasto de la guerra. Su deseo es escuchado y una luz la envuelve. Cuando despierta está de nuevo en la Tierra y vive una vez más el día antes de que fuera transportada a Gaea junto a Yukari y Amano. Nada ha cambiado ¿Era todo un sueño? Mientras piensa en lo ocurrido se da cuenta de algo: ha sido una egoísta y no ha ayudado a sus amigos, los ha dejado atrás. También se apodera de ella el deseo de ver a Van con todas sus fuerzas. Y su deseo se cumple nuevamente. Van aparece montado en Escaflowne y se funden en un abrazo. T_T ¡Qué bonito! Están de nuevo juntos y en Gaea, que está totalmente devastada por la guerra. Van envía a Hitomi a Palas, para sacarla del peligro, sin embargo, ella no está tranquila, porque sabe que Van está sufriendo en la lucha. En el castillo Allen la aborda nuevamente para recordarle su proposición de matrimonio, pero Hitomi no responde ante la insistencia del caballero y es entonces cuando él se da cuenta de que ella en realidad ama a Van. Parece que la niña de “La Luna de las Ilusiones” es la primera mujer en rechazar a este casanova.

Allen sigue siendo guapo.

   Sin poder aguantar más su preocupación Hitomi corre a pedirle ayuda a Folken y este le muestra sus alas, que ahora son de color negro. No le queda mucho tiempo de vida y quiere aprovechar su último aliento para matar a Dornkirk. Mientras están juntos son absorbidos por una luz que los transporta hasta la presencia del mismísimo emperador de Zaibach. Allí Folken lo asesina, muriendo él también, pues la hoja de su espada se rompe y se hunde en su pecho. Trágico final para Folken. Por supuesto, su hermano Van siente su muerte aunque se encuentra combatiendo a muchos kilómetros de distancia. Lamento mucho la muerte de Folken, aunque se presenta en un principio como el antagonista de Van no es del todo malo, y tiene su lado sexy, desde mi punto de vista es uno de los personajes más interesantes de la serie. En esta última batalla que se está librando, Van se enfrenta de nuevo a Dilandau, del cual descubrimos un horrible secreto: en realidad se trata de Serena, la hermana pequeña de Allen, que desapareció cuando aún era una niña y fue raptada para hacer experimentos en el Imperio de Zaibach. Allí no se sabe muy bien lo que hicieron con ella, pero lograron cambiar sus memorias y hasta su cuerpo, convirtiéndose en un niño y recibiendo el nombre de Dilandau. Pero los efectos del experimento están desapareciendo y Dilandau vuelve a convertirse en chica, vuelve a ser Serena. Obviamente Allen lo sabe y trata de impedir que Van dañe a su recién encontrada hermana perdida.

Millerna, la guerrera.

   De vuelta al Imperio vemos a Hitomi horrorizada por la muerte de Folken, y la máquina que pertenecía a Atlantis, aquella que Dornkirk quería usar para cambiar el destino a su antojo, está en funcionamiento y la guerra continúa devastando todo el planeta ¡Hay que hacer algo! ¡Hay que parar esta masacre! Hitomi, tras mucho llorar y suplicar, consigue llegar al corazón de Van, quien decide abandonar la espada y salir volando con sus propias alas en busca de su amiga. Sus plumas blancas se propagan por todo el campo de batalla y los combatientes terminan la lucha al comprender que la guerra no conduce a nada bueno. Cuando por fin se encuentran, Van e Hitomi se funden de nuevo en un abrazo, el poder de su amor ha logrado terminar con la guerra. Ahora todo el mundo es feliz. Van e Hitomi regresan a Fanelia, la cual está siendo reconstruida. Van ofrece sus respetos ante la tumba de sus padres y de su hermano Folken, dejando a Escaflowne junto a ellos, al que le quita la piedra rosada, pues ya no es necesario usar el robot: ya no hay guerra. El momento de la despedida se acerca y, una vez más, Hitomi y él se abrazan. Pero ella debe volver a su planeta y de nuevo la luz la envuelve y se marcha, dejando atrás a su amor. Un final un poco triste. Pero es un final real. Hitomi es de la Tierra y Van de Gaea, los dos deben de seguir con sus vidas. Ahora se me plantean diferentes preguntas: ¿qué fue de Hitomi y de Van? ¿Nunca se volvieron a ver? ¿Se casó Hitomi en la Tierra? ¿Van se casó con Merle? ¿Por qué no se quedó Hitomi en Gaea? ¿Y qué fue del guapo de Allen? ¿Y de los demás personajes? En fin, que cada cual elija el final que más le guste. Me quedo con la posibilidad de que Hitomi volviera un par de años más tarde para quedarse para siempre.

Folken, ya no eres el mismo.

   La música de la serie corrió a cargo de Yoko Kanno, la que es para mí una de las mejores compositoras de música de anime. Destaco como temas interesantes para escuchar: Shadow of Doubt, Cradle Song, Hitomi Theme, Love, Fatal, Chain y muchas más que podréis encontrar en los cuatro álbumes que tiene la serie. Es una mezcla entre música con coro, que le dan solemnidad a la banda sonora y sonidos remotos de algún lugar lejano, casi que de la propia Gaea. ¿Y creen que aquí termina la cosa? Pues se equivocan, porque en el 2000 se estrenó una película de título Escaflowne: The Movie. Una obra de arte que se nos presenta con tantos elementos en común con la serie como diferencias.

Dilandau, él sigue siendo el mismo.

   Lo primero que podemos observar es que el diseño ha cambiado notablemente, aquellas narices excesivamente respingonas ya no lo son tanto y muchos personajes no se parecen ni de lejos a su versión en el anime. Por ejemplo, Hitomi ahora es una adolescente algo somnolienta, lejos quedó la chiquilla inquieta, ahora tiene un carácter más pasivo e inseguro, parece cansada de todo, cansada de su existencia. Por otro lado tenemos a Van, más huraño y salvaje, mucho más musculoso, es como un animal indomable y sin sentimientos. El guapo de Allen ahora ocupa un papel bastante secundario, sigue siendo rubio y atractivo, pero su personalidad es algo más sombría y sus finos rasgos se quedaron en el anime. Millerna ya no es la princesita remilgada, ahora es una pelirroja de armas tomar, muy provocativa y fuerte, toda una guerrera. Merle es una jovencita atractiva, ya no se ve tan niña y su actitud es más madura, incluso más que la propia Hitomi, tiene ese aire salvaje que comparte con Van. Dryden ya no es el prometido de Millerna, ahora es un ricachón de la ciudad de Torushima y su aspecto sigue siendo algo descuidado, como el del anime. Dilandau no cambia mucho, ahora no es la hermana secreta de Allen, sino un descendiente de la tribu del dragón obsesionado con la guerra. Narya y Erya apenas aparecen y ya no son subordinadas de Folken ¡Oh, mi querido Folken! Perdió todo el encanto ¿Qué te hicieron? Su delicado rostro ahora es más grotesco y el peinado a lo neo-punk lejos de favorecerlo lo volvió un auténtico adefesio. Acompañándolo aparece una extraña joven, Sora, muy misteriosa.

Merle, ha crecido un poco.

   El largometraje comienza con una gran nave negra surcando el cielo, se trata del clan del Dragón Negro que ha desenterrado una armadura, Escaflowne. Pero la nave es asaltada súbitamente por un único guerrero, Van. Mata a toda la tripulación hábilmente y llama a Escaflowne para que despierte de su letargo. Acto seguido nos vamos a la Tierra para conocer a Hitomi, la cual es tan antisocial que es capaz hasta de espantar a su mejor amiga, Yukari. A Hitomi se le aparece un hombre con una capa negra que la llama, reclama que vaya a Gaea y, de repente, se encuentra a sí misma transportada dentro de una cabina, que no es otra que la de Escaflowne ¿Cómo diablos llegó hasta allí? Más se asusta cuando comprueba que el sitio en el que está atrapada se mueve, el robot cobra vida propia y comienza a andar solo una vez que escapa de la nave, deteniéndose ante Van. En ese momento su cabina se abre y sale Hitomi, que cae sobre el muchacho. Al principio Van la llama “Diosa del Viento”, pero cuando ve que el robot desaparece cree que ella es una espía e intenta matarla. Afortunadamente hace su aparición Allen, que impide la tragedia, y todos sus hombres, entre los que se encuentran Millerna y Merle. Ante tantas emociones Hitomi cae inconsciente.

Dryden, tampoco cambia mucho.

   Al despertar Millerna la interroga y hasta le pega un buen cachetón para que la chica se espabile. Mientras tanto Allen le pide al huraño de Van que proteja a Hitomi, porque muy seguramente ella volverá a hacer que Escaflowne aparezca. De hecho el robot se encuentra ahora transformado en una piedrecita de color rosado que el hombre-topo talla y convierte en un colgante para Hitomi. Descubrimos que el hombre con capa que llamó a Hitomi es Folken, el cual usa los poderes de Sora para ello. La “Diosa del Viento” está con su hermano, así que manda a un reducido grupo de guerreros para raptarla. En ese grupo está Dilandau, tan irritable como en el anime, que desobedece las órdenes de Folken y entra en combate abierto contra el grupo de Allen. Este ataque sirve para que una alimaña media humana secuestre a Hitomi, pero Van lo sigue para recuperar a la chica. Sin embargo aparece Dilandau y la lucha comienza, no solo usando sus espadas, sino extraños poderes psíquicos. En medio de la pelea el suelo cede bajo los pies de Hitomi y cae al vacío, pero Van extiende sus alas blancas y la rescata. Al tomar tierra el muchacho pierde la consciencia a causa de sus heridas  ¿Quién puede ayudarlo? Hitomi se ve sola y, sin más explicaciones, descubrimos de pronto que ella y Van están en la aldea de Adom, en donde el joven se está recuperando. Folken reprende a Dilandau por su desobediencia, llegando a partirle un brazo y varios dedos usando solo su poder psíquico, heredado por del clan del Dragón.

Narya y Erya.

   Mientras tanto, en la ciudad de Torushima, en una excavación propiedad del Clan del Dragón Negro, se ha desenterrado otra armadura de color rojo. Folken se pone en camino y la información se filtra a alguien más, se trata de Dryden que contacta a su vez con Allen para que acuda a la ciudad. Lo mismo hacen Hitomi y Van, que curiosamente, parece que han estrechado su amistad. Poco después vemos como en Torushima se han reunido todos: Allen y Millerna con sus guerreros, Hitomi y Van y el Clan del Dragón Negro. Dilandau es metido en la cabina del robot rojo, el cual usa la sangre de su piloto para moverse, un hecho que hace a la armadura algo más siniestro de lo que era en la serie. Dilandau aprovecha su nuevo juguetito para destrozar la ciudad. Mientras tanto Hitomi acude a la llamada de Folken, el cual le pide que invoque a Escaflowne para destruir Gaea. Pero Van aparece para impedir que logre convencer a Hitomi y entonces, al ver la destrucción causada por el robot rojo, Escaflowne aparece de nuevo. Ahora Van ofrece su sangre al temible robot para luchar contra Dilandau. Una batalla dura, aunque Van logra vencer, no sin antes perder el control, hecho que se manifiesta cuando la armadura del robot se vuelve negra. Pero Hitomi lo llama y en ese momento vuelve en sí, tomando Escaflowne ahora la forma de un dragón volador. Van usa al robot para introducirse en la fortaleza donde está su hermano para matarlo. Pero Folken muere a manos de Jajuka, el hombre-lobo que cuida de Dilandau, entonces aparece Sora y les dice a Van y a Hitomi que se marchen, que todo ha terminado y vemos como ella parece absorber a Escaflowne. Esta parte no la llego a entender del todo, pero creo que Sora es también descendiente de la estirpe del dragón y puede controlar a Escaflowne al igual que lo hace Van. En fin. La guerra termina, Van e Hitomi vuelven a la aldea de Adom y allí ella desaparece en medio del atardecer.

La misteriosa Sora.

   El hilo de la película es más simple y sencillo, se pierden muchos matices que en la serie podíamos disfrutar, pero ¿qué le vamos a hacer? No se pueden meter 26 episodios en una película de hora y media. Aun así merece la pena verla, aunque desde mi punto de vista, algo más de desarrollo de la historia, en especial de la relación entre Hitomi y Van, no hubiera quedado nada mal. La animación es preciosa y la banda sonora sigue las mismas pautas que en la serie: una delicia. Espero que no les haya molestado que haya hecho una reseña tan larga de La Visión de Escaflowne. Se nota que me gusta y la recuerdo con especial cariño, anímense a verla, disfrutarán. Por mi parte no puedo añadir nada más, sino que pronto viene la Navidad, está ahí mismo. Pásenlo bien y disfruten. No creo que haga ninguna entrada pronto así que les deseo lo mejor ¡Felices Fiestas! ¡Próspero Año Nuevo! Y no se apuren, volveré por aquí en cuanto me sea posible. Saludos. 

Disfruten de la peli.